Secuestran y golpean al hijo de la actriz Rossana San Juan

Hace unos días, la actriz Rossana San Juan, de 50 años, desafortunadamente vivió una experiencia indeseable para cualquier madre, pues el pasado 23 de enero, su hijo mayor, de 22, sufrió un secuestro exprés.

Además de ser privado de su libertad por una hora, el joven fue asaltado y golpeado brutalmente. Al enterarnos de este terrible suceso, platicamos con la actriz, quien todavía con la herida presente, nos relató entre lágrimas el infierno que vivió ella y su hijo, quien por un tema de seguridad, nos pidió no revelar su nombre.

“Fue un suceso muy traumático. Mi hijo trabajó como DJ en un bar de la colonia Roma y, al salir del lugar, cerca de la 1 de la mañana, pidió un Uber para que lo trajera a la casa”.

“El auto había avanzado unas ocho cuadras y mi hijo se dio cuenta de que iban en un camino diferente, así que le dijo al conductor que no era por ahí”.

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“Sólo detuvo el auto y no dijo nada, pues era cómplice de los delincuentes. Ahí fue donde inició la pesadilla para mi hijo”.

“Sí, de repente tres sujetos se subieron al auto y empezaron a golpearlo en la cabeza y patearlo hasta inmovilizarlo, para poder robarle su celular, cartera y reloj”.

“No, mi hijo vivió un secuestro exprés, pues lo tuvieron en el Uber dando vueltas durante una hora, hasta que lo dejaron tirado en Tepito, muy golpeado”.

“Con trabajo, se logró levantar y caminó hacia una tienda donde pidió auxilio. Dos señoras que lo vieron se acercaron a apoyarlo y pararon un taxi”.

“Pues el taxista no quería llevar a mi hijo, porque decía que estaba muy golpeado y no se quería meter en problemas, pero las señoras, muy amables, le dijeron que se pusiera en el lugar de un padre y que no le gustaría ver a su hijo en esas condiciones, sin nadie que lo ayudara. De esa manera, el señor aceptó”.

“Sí, escuchamos que tocó el timbre, pero yo estaba muy enojada porque no me respondía el teléfono, entonces mi esposo fue quien bajó a abrirle y se llevó un fuerte impacto al ver a nuestro hijo ensangrentado”.

“Cuando lo escuché llegar, fui a su cuarto y verlo tan golpeado fue terrible para mí. Tenía la cabeza abierta, la ropa ensangrentada

y me dijo que le dolían las costillas y la espalda”.

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“Claro, de inmediato fuimos a urgencias, en donde le hicieron unas

tomografías, radiografías y le diagnosticaron que tenía fractura de nariz, pómulo y mandíbula, además de desprendimiento de uno de los ligamentos del oído y una contusión en la cabeza. También tenía perforada una mano, con la cual detuvo un cuchillazo que le

querían dar. Mi hijo pudo haber muerto”.

“Lo operaron y estuvo hospitalizado durante cinco días, pues le tuvieron que reconstruir todas las partes que tenía fracturadas. Es un milagro que esté vivo”.

“Sí; al día siguiente, personal del Ministerio Público fue al hospital y ahí mi hijo rindió su declaración. Nos dijeron que está de moda ese modus operandi, donde personas llamadas ‘halcones’ se dedican a detectar jóvenes con objetos de valor y les avisan a choferes que están coludidos con ellos”.

“El doctor nos dijo que, por fortuna, no hay daño cerebral, pero sigue en recuperación. Los primeros cinco días no podía hablar por la fractura en la quijada y el trauma tan fuerte”.

“Por las noches, triste y dolida, pues mi hijo se despierta gritando, llorando. A mí me ha costado trabajo salir a la calle después de esa terrible noche. Le agradezco a Dios por habérmelo regresado, si no, sería una madre más en la lista de las que no encuentran a sus hijos”, concluyó.