Sobrino de Eduardo Capetillo asegura que él ha sido un ángel en su vida

Sobrino de Eduardo Capetillo asegura que él ha sido un ángel en su vida

Sobrino de Eduardo Capetillo busca hacerse de un nombre en el medio.

Sobrino de Eduardo Capetillo busca hacerse de un nombre en el medio. 

Sobrino de Eduardo Capetillo busca hacerse de un nombre en el medio.

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Raúl Pedraza

Sobrino de Eduardo Capetillo busca hacerse de un nombre en el medio.
Raúl Pedraza
Aunque físicamente no puede negar la sangre Capetillo, ya que curiosamente es muy parecido a Guillermo, Eduardo Marbán, no es hijo ni de Guillermo, ni de Eduardo, sino del señor Arturo Marbán y doña Mary Carmen Arruza (ambos q.e.p.d.) ésta última media hermana de Eduardo. Casualmente también se llama Eduardo, pero con apellidos Marbán Arruza y tras graduarse del CEA está buscando sobresalir en este medio, en el cual sus tíos son reconocidos gracias a más de 40 años de carrera.
Platicamos con el joven quien ha realizado algunas novelas en papeles secundarios, así como obras de teatro, además de participar en programas unitarios como La rosa de Guadalupe y Como dice el dicho.
-Eduardo, platícanos ¿desde cuándo nace tu deseo por ser actor?
“Actualmente tengo 28 años y mi gusto por la actuación nació a los 20, pese a que desde niño crecí rodeado de actores, gracias a mis tíos, Eduardo, Guillermo y Manuel, pero a mí me gustaba el fútbol y quería vivir de eso. Me metí a estudiar Mercadotecnia y pese a que mantenía buen promedio, no termine la carrera, ya que yo no me veía encerrado en una oficina. Entonces un representante artístico que conocí por medio de mi tío Lalo, me dio trabajo y comencé a trabajar en la logística de varios eventos del medio artístico, en ese entonces mi tío comenzó a grabar la novela Soy tu dueña (2010) y me fui a trabajar con él como asistente personal para que fuera viendo cómo trabaja un actor, pero como yo no tuve la disciplina de hacer lo que él me pedía y que sólo iba a jugar, entonces me dio las gracias porque a él le molesta mucho la gente que no le echa ganas. Ahí fue cuando comencé mis estudios de actuación en escuelas como la de la señora Patricia Reyes Spíndola, con mi tío Ruy Gaytán y posteriormente ingrese al CEA en donde estudie durante año y medio, me gradúe en 2015, algunos compañeros de mi generación son Ana Bekoa, Luz Edith Rojas, Eva Cedeño, Irina Baeva y Alan Pardo, entre otros”.
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-¿Cuál fue tu primer novela, como actor?
“Fue como extra en la telenovela Rosalinda (1999) de Thalía, ahí salí de monaguillo y se grabó en una capilla de Ocoyoacac que es donde está el rancho de mi abuela y donde crecí. Además, he realizado varias participaciones en La Rosa de Guadalupe y Como dice el dicho, ambos programas son una gran oportunidad para los actores que vamos empezando, también he realizado teatro en corto, como actor, escritor y productor, la última en la que actué fue en diciembre pasado que se llamó Disfunción eréctil y ahí vamos poco a poco. A mi madre no le agravaba que yo quisiera ser futbolista, de hecho, le molestaba mucho, probablemente ahora verme como actor le hubiese gustado más, pero lamentablemente ya no vivió para ver mis inicios”.

-¿De dónde viene el lazo sanguíneo que te une a los Capetillo?
“Mi madre, Mary Carmen Arruza (q.e.p.d) es media hermana de mi tío Eduardo; cuando mi abuela, Mary Carmen Vázquez enviuda de mi abuelo Carlos Arruza, posteriormente conoce al señor Manuel Capetillo quien ya tenía dos hijos (Guillermo y Manuel) de un anterior matrimonio (con doña Sara De Flores), por su parte, mi abuela ya traía cinco hijos (Carlos, Manolo, Mary, Teresa y Crista) de su anterior matrimonio con Carlos Arruza, entre ellos mi madre. Entonces se casaron Mary Carmen Vázquez y el señor Manuel Capetillo y juntos tuvieron a Eduardo Capetillo, aquí aplicaron los tuyos, los míos y el nuestro. Por eso es que mi madre es media hermana de sangre de Eduardo, con Guillermo y Manuel no la unía un lazo sanguíneo directo, pero al igual siempre se vieron como hermanos todos, ya que vivieron juntos desde jóvenes”.
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-Es increíble que tu mamá no sea hermana directa de Guillermo y tú seas muy parecido a él, siendo que no los une un lazo de sangre, ¿no?
“Sí, de hecho me cuentan que cuando yo estaba chiquito le hacían la broma a mi tío Guillermo, como no tuvo hijos, le decían que a lo mejor había tenido un desliz por ahí y se lo encargo a mi mamá y ya se lo dejó (ríe), aunque también dicen que me parecía mucho a mi tío Eduardo y con él todavía es entendible porque su madre es mi abuela, pero con Guillermo aunque lo veo y lo respeto como tío, no lo es de sangre, entonces sí esta curioso, puede que haya chanchuyo, pero no sé. Incluso a veces mi abuela me ve y me dice Guillermo y le digo, no abuela, soy tu nieto”.
-¿Y qué te dice Guillermo, lleva buena relación con él?
“Sí es un lindo, de los siete tíos que tengo, creo que es el más noble, es un tierno, un ser de mucha luz que da mucho cariño, es una persona hermosa. He visto fotos de Guillermo de joven cuando empezó en la actuación y vaya que sí me parezco mucho a él, con mi tío Eduardo me parezco mucho en los ojos y me dicen que tengo muchos ademanes de él y su forma de hablar, pero repito de mi tío Guillermo, no sé de dónde, algún chanchuyo o no sé”.
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-Me dices que ya eres huérfano de padre y madre, ¿qué edad tenías cuando tu padre murió?
“16 años, mi padre, don Arturo Marbán era coronel, falleció a los 64 de leucemia, se nos fue rapidísimo, primero le habían diagnosticado anemia, después lo metieron al hospital de canceróloga y ya no lo volví a ver, el último recuerdo que tengo de él, fue una noche que me tocó cuidarlo y yo le decía, papá no te me vayas a ir, él me decía que no, pasamos cosas muy feas con él, pero yo prefiero recordar tanto a mi padre como a mi madre en vida, no como murieron. Fue un proceso bastante complicado, yo estaba en la adolescencia, en una onda muy rebelde, no quería ir a la escuela, caí en el alcoholismo, estuve bebiendo durante dos años, de los 16 a los 18, bebía miércoles, jueves, viernes y sábado, a veces ni llegaba a mi casa y esto me causo muchas broncas con mi mamá en los dos años que estuve perdido en el vicio”.
-¿Es cierto que dejaste tus estudios por esto?
“Sí, a veces pasaban cuatro días y no regresaba a mi casa, se me hacía fácil estar en el relajo bebiendo con mis amigos para olvidar todo, en ese entonces obvio no trabajaba, entonces compraba el alcohol con lo que me daba mi madre, mi abuela y cuando ya no me daban, yo mismo le robaba dinero a mi mamá de su cartera para seguir con el vicio, pero esto me sirvió para ver que estaba tocando fondo y era algo que me iba a consumir. Mis estudios los retome hasta que un día llegó mi tía Bibi Gaytán a mi casa y me dijo: “¡basta vámonos a la escuela y gracias a ella, termine mi preparatoria!”, porque mi mamá ya estaba cansada de pelearse conmigo, mi mamá decía, ya no puedo con él y yo era muy rebelde, por eso es que la apoyo mi tía Bibi y le agradezco me haya sacado de eso”.
-Posteriormente, fallece tu madre...
“Sí, cuando yo tenía 23 años, no sabes cómo me arrepiento de haberla hecho sufrir tanto durante esa etapa que tuve de autodestrucción, fue mi manera de sacar la depresión tras la muerte de mi padre, no fue lo correcto, pero en ese momento no lo pensé, estaba muy chico. Posteriormente le pedí muchas veces perdón por haberla hecho sufrir mucho durante esos dos años y ella me lo perdonó, siempre me apoyo, estuvo atrás de mí y me lo dio todo”.
-¿De qué murió tu mamá?
“La muerte de mi madre, fue un golpe de realidad en el que Dios te dice que la vida es prestada y no sabes cuándo te vas a ir, recuerdo que yo estaba haciendo la obra de teatro Chicago, la cual dirigía y produjo mi tío Eduardo en la CDMX. Esa noche (12 junio de 2013) di función, al salir fui a cenar con amigos y como me tomé algunas copas, le hablé a mi mamá por teléfono para decirle que mejor me quería a dormir en casa de mi mejor amigo en CDMX, para no manejar de regreso hasta el rancho en Ocoyoacac, donde yo vivía con ella. Me dijo que, sin problema, que me cuidará mucho, al otro día, me llama temprano el chofer de mi abuela Carmen y se me hizo muy raro, le contesto y me dice que mi madre estaba muerta, yo no le quise creer, fue un shock. De inmediato me fui al rancho y llegando, veo afuera de la casa, una ambulancia y dos patrullas, ahí caí en la realidad de que mi mamá ya no existía”.
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-Con todo el respeto te lo pregunto, cuando ella fallece, se manejó que había sido un suicidio, ¿fue cierto?
“Sí lo sé, pero la gente que conoce a mi mamá, sabe que ella sumamente determinada y que ella quería verme triunfar y yo todavía no he triunfado, lo único que te puedo decir es que mi mamá jamás me hubiera dejado solo de esa manera, pero pues a saber que habrá pasado, no sé qué pasaba por su mente o si estaba tan deprimida, no lo sé. Esa noche que murió estaba sola en su casa, pero yo prefiero acordarme de ella como vivió, era muy simpática y bromista, un sol que iluminaba y te hacía el día, sumamente cómica, pero también tenía su otro lado, como todos”.
-Me dices que, tras esto, ¿tomaste terapia psicológica?
“Sí y la sigo llevando a la fecha, tras la muerte de mi madre pude haber retomado el vicio del alcohol o caer en drogas más fuertes, pero no me lo permití. Me acerque a especialistas y no porque este loco, la terapia es buenísima y para eso hay profesionales, no es lo mismo que un amigo o familiar te de un consejo, es preferible tener a alguien que te entrene la cabeza cuando te sientes bajoneado. En esta carrera lidias mucho con el rechazo, en este proceso también llegue a pesar 105 kilos, en los castings me lo decían, que me veía muy gordo y comenzó a no gustarme como me veía, hasta que los baje con ayuda de una nutrióloga y me aplique con el gym”.
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-¿Es cierto que tras la muerte de tu mamá, tu tío Eduardo te dio asilo en su casa junto a su esposa e hijos?
“Sí, él ha sido un ángel en mi vida, literal me adopto, digo no con papeles y eso, pero me dio cariño y apoyó económicamente hablando tras la muerte de mi madre, son un núcleo familiar ejemplar, tienen una familia maravillosa con 5 hijos y a mí me incluyeron en ese núcleo, me mudé a vivir con ellos y siempre que tengo algún problema, sé que puedo recurrir a ellos. Desde que paso lo de mi mamá, mi tío me puso como en una burbuja y no dejo que nada me pasará, ni afectará, siempre me ha cuidado y a la fecha lo hace. Te digo, incluso hasta trabaje con él, aunque la riegue porque no le eche ganas, pero sin duda él me enseñó a ser responsable en esta carrera. Mis tías Mónica y Blanca Marbán que son hermanas de mi papá también me han apoyado mucho hasta el día de hoy, gracias a Dios tengo una familia hermosa”.
-¿Actualmente sigues viviendo en Ocoyoacac?
“No, ahí crecí en el rancho Del Carmen que es el de mi abuela y donde ella sigue viviendo, con mi tío Eduardo, mi tía Bibi y otros de mis tíos, Crista, Carlos, cada quien tiene su casa. Ahí también vivía mi mamá en vida, por lo que para mí es muy difícil seguir viviendo ahí, me cuesta mucho entrar a su casa ya que me traía muchos recuerdos y duele mucho; desde hace casi un año me mude a CDMX donde rento un departamento, así estoy más cerca para acudir a mis castings y demás, ahí vivo junto a mi pareja que es psicóloga. Vivo de lo que me dejan mis trabajos en los programas unitarios y en Televisa sigo tocando puertas, entregando curriculum, tengo en claro que la carrera de actuación no es de a ver quién llega primero, sino de quien más aguanta, yo sigo tocando piedra y creando mis propios proyectos, tanto en la actuación como en otros negocios, ya que no me dejaron herencia ni nada por el estilo, pero siempre ha existido gente que me quiere y que me apoya”. concluyó
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