Tras tres divorcios, Aylín Mujica nos confesó que aún sigue abierta al amor

Aylín Mujica, de 45, dejó su natal Cuba desde los 19 años para viajar a la CDMX y buscar su sueño de convertirse en actriz. Platicamos con la cubana, quien nos contó de su carrera, de lo qué significó ser una madre joven y por qué cree que no han funcionado sus matrimonios.

-Aylín, ¿dónde naciste?
“En La Habana, Cuba,ahí me crié hasta los 18 años. Mi mamá en ese momento estaba en Moscú como diplomática y mi papá era capitán en la Marina, como trabajaban, me crié con mis abuelos, ellos me dieron una infancia llena de amor y con muchos valores. Estudié ballet clásico desde los 8 años y así como me fui interesando por el arte”.

-¿Fuiste hija única?
“No. Mis papás se divorciaron cuando yo tenía 7 años y cuando cumplí 19 nació mi hermano Gabriel, por parte de mi mamá tengo un hermano que se llama Gabriel, y un mes mas tarde llegó Ariadna, mi hermana por parte de mi papá”.

-¿Cómo es la relación con tus medios hermanos?
“Yo no los considero medios hermanos, son mis hermanos y los amo y mucho. Eran como mis hijos porque tienen la misma edad que mi hijo mayor”.

-¿En qué momento decidiste ser actriz?
“Cuando iba en la prepa entré a la Escuela de Arte Dramático. Estudié teatro, me gradué y comencé mi carrera de actuación a los 19. Me sentía realizada actuando, me encantaban las novelas brasileñas; desde niña tenía claro que quería ser artista”.

-¿Y cómo es quete vienes a vivir a México?
“Terminando la carrera de actuación, quería independizarme y no depender ni de mis papás ni de mis abuelos, soñaba con volar por mí misma. Llegando a México me contrataron en una agencia de modelos y la verdad me iba bien, pero yo era actriz y quería actuar así que le llamé a César Évora, él me guió y me dijo: ‘Pues dale, ponte a hacer castings’. Y así lo hice, la señora Florinda Meza fue quien me dio la primera oportunidad en la telenovela ‘La dueña’ en 1994, y Televisa me dio la exclusividad”.

-¿Qué significó para ti el personaje de ‘Fabiola’ en ‘La dueña’?
“Fue algo mágico, era un personaje pequeño, pero me dieron un premio por actriz revelación en Nueva York; después de eso salía a la calle y todo mundo me conocía. Después vino ‘Canción de amor’ y luego me contrató Azteca e hice ‘Señora’, que fue mi primer protagónico, en 1998”.

-También probaste en la conducción...
“Sí, me descubrí como conductora en 2005, en Tempranito; ahí era yo misma, me sentí muy cómoda, me gustaba y la audiencia me acogió de una manera super bonita. Luego en 2006, Telemundo me contrató para hacer unas gemelas en la novela ‘Marina’, una de las más vendidas en el mundo, y gracias a ésta me conocen en Europa, Asia y muchos lados”.

-Fuiste una mamá muy joven, ¿por qué?
“Fui mamá a los 19 años, porque siempre tuve una obsesión por ser mamá joven, quería tener cinco o seis hijos, criar a una familia”.

-¿Cómo fue cuando nació tu primer hijo?
“Mauro vino a sacudirme y a decirme que tengo una responsabilidad muy grande, sobre todo para guiarlo en la vida, darle valores, sustento, enseñarle a ser fuerte y a valorar, y así fue, a los 22 años voló a California, es independiente, ahora es todo un hombre, tiene 26”.

-Y después llegaron tus otros dos hijos...
“Así es, llegó Alejandro, él tiene 19, y las cosas no sucedieron como uno quiere. Años después la vida me sorprendió con Violeta, que tiene 10, con ella volví a empezar. Como mamá soy la mamá más consentidora , no soy estricta y lo único que les pido son buenas notas en la escuela y que sean educados”.

-¿Sólo Violeta vive contigo?
“Violeta y Alejandro viven conmigo en Miami; sólo que él en este momento está con su papá porque le agarró la pandemia en México”.

-Te has casado tres veces, ¿por qué crees que no han funcionado?
“Yo le apuesto todo, a que dure; pero si no, lo mejor es separarse”.

-¿Cómo te llevas con los papás de tus hijos?
“Con el papá de Mauro (Osamu Menéndez) me llevo super bién, tiene otro bebé y se volvió a casar; con el papá de Alejandro (Alejandro Gavira) todo es bastante cordial y con el de Violeta (Gabriel Valenzuela), no somos amigos, pero nos respetamos”.

-¿Te molesta que tus hijos convivan con las parejas de tus ex?
“No, para nada, siempre y cuando sean buenas personas. Mis hijos están muy claros de quién es su mamá y si por alguna razón tuvieran que convivir con alguien que está fuera de lugar, me lo dirían; pero sé que es la vida de ellos y se las respeto”.

-¿En este momento estás soltera?
“Llevo mucho tiempo sola y me gusta, tengo tiempo para mis hijos y para mí; no he encontrado a la persona que pueda entender mis tiempos”.

-¿Pero stás abierta al amor?
“(Ríe) Sí, claro. Creo que el amor es el motor de cualquier ser humano; yo soy una mujer pasional y sensible, a lo mejor lo que tengo es miedo de volverme a entregar y que no funcione. Quiero a un hombre perfecto, pero no sé si exista”.

-¿Cuál ha sido la batalla más fuerte que has enfrentado?
“La vivo siempre que tengo que separarme de mis hijos para ir a trabajar,. En el caso de Violeta, no quiero perderme ni un segundo de su desarrollo, eso me pega mucho, es el sacrificio más grande que hago”.

-¿Y el momento más feliz de tu vida?
“Convertirme en la mamá de mis tres hijos; no creo que haya algo que se compare con esa felicidad que sentí”.

-¿Cómo te describes en este 2020?
“Soy una guerrera, una sobreviviente a los problemas, una mujer que no se rinde, muy sensible y cada vez más preocupada por el futuro de las nuevas generaciones y de qué mundo van a encontrarse. No me dejo caer y eso me ha hecho más fuerte”, finalizó.