¿Te urge dinero? ¡Así puedes organizar una tanda!

En tiempos de urgencia financiera o de una oportunidad de negocio que necesita dinero, las tandas se presentan como una opción ágil y comunitaria. Sin embargo, no está exenta de riesgos, por lo que te contamos qué debes considerar para capitalizarte y no morir en el intento. Descubre cómo sacar el máximo provecho de esta estrategia para asegurar tu bienestar económico.

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¿Qué es una tanda?

Las tandas ofrecen una forma única de ahorro y préstamo entre un grupo de personas de manera informal. Es decir, no hay un compromiso escrito, sino uno de buena fe que comprende hacer los pagos de acuerdo con un calendario previamente establécido y un monto que se otorgara a cada persona según el número que le haya tocado. Comencemos desentrañando los elementos clave de esta práctica.

Como organizarlo paso a paso

Recluta participantes: La fuerza de las tandas radica en la participación. Aprende a reunir un grupo diverso y comprometido. Debes agudizar tu ojo clínico y sabe cuáles son las personas más fiables para integrarlas a este círculo de capitalización y ahorro.

Determina la estructura:

Establece la duración, el monto y a frecuencia de las aportaciones. La claridad aquí es clave para el éxito.

La mayoría de las tandas se ajustan a los pagos quincenales, es decir, cada 15 o 30 de mes, por lo que se recoge entre uno o dos días posteriores al pago. Hay otras que se hacen de manera semanal. Las reglas las pones tú, de acuerdo con tus necesidades y posibilidades de pago para que sea una herramienta salvadora y no un nuevo suplicio.

El tiempo:

En una tanda no hay una regla que exija determinado tiempo, pero la mayoría de los organizadores imponen sumas de una recaudación de 10 mil o 20 mil pesos, menos el número de la persona que recibe.

Ejemplo: Una tanda de 11.

Si se considera que se recibirán 10 mil pesos, cada participante tendrá que dar mil pesos, ya sea semanal o quincenal. Cada número deberá recibir 10 mil pesos. Cada uno de os 11 miembros estará obligado a pagar en cada uno de los turnos, a excepción de cuando le toca, para recibir la cantidad mencionada, aunque nada le impide abonar los mil pesos a su turno y tener 11 mill pesos.

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Proceso de sorteo o rotación: Define cómo se decidirá quién recibe la suma acumulada cada quincena o semana. Aquí está uno de los beneficios de organizar la tanda, te puedes asignar el primer número o el turno que más te conviene para tus planes y el resto por sorteo o de una manera que más beneficie a los integrantes sin que se empalme ninguno.

Riesgos: Navegando por las posibles complicaciones explora los desafíos potenciales, desde la falta de compromiso hasta situaciones inesperadas. Entender los riesgos es crucial para mantener el equilibrio, desde la posibilidad de que alguien del círculo quede sin empleo o recursos para continuar con la tanda o, en un caso drástico, el deceso de uno de los integrantes y que en ambos casos hayan cobrado su turno y se deba pagar su parte. Se debe tener claro que el organizador es el responsable de los incumplimientos y debe resolverlo de una u otra forma.

Beneficios: Esto es más allá de los billetes. Descubre cómo las tandas fortalecen los lazos comunitarios, enseñan lecciones valiosas sobre responsabilidad financiera y el manejo de grupos. El valor agregado que va más allá de los beneficios económicos.

Control: La clave del éxito es mantener el control en una tanda es esencial para su buen funcionamiento. Establece reglas claras, fomenta la comunicación abierta y prepara soluciones para posibles complicaciones.

Los frutos: Las tandas ofrecen una alternativa ágil y colaborativa en el mundo financiero. Al seguir una estructura organizada y mantener el control, puedes aprovechar al máximo esta estrategia para enfrentar momentos de urgencia o de oportunidad.

Recuerda, antes de embarcarte en una tanda, consulta con asesores financieros para garantizar decisiones informadas y evitar graves desencuentros.