Para ganarse la vida se formaba en engorrosas filas ¡y ahora hasta tiene una empresa!

Sabemos lo difícil y molesto que es tener que hacer fila para cualquier cosa, trámites gubernamentales o boletos de conciertos, pero hay quien ha hecho de esto su negocio.

Su nombre es Robert Samuel, y su historia comienza cuando, deprimido y desempleado, decidió colgar un anuncio en Craiglist, un sitio web de anuncios clasificados en Estados Unidos.

Dicho anuncio ofrecía guardar un lugar en la fila por 100 dólares (más de mil pesos) a algún fanático interesado en comprar el nuevo iPhone.

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La euforia por conseguir el preciado smartphone era tal, que Samuel encontró rápidamente un cliente para su servicio, por lo que fue a formarse a la tienda de la 5ta Avenida en Nueva York, y aunque su cliente terminó comprando el aparato por internet, igual le pagó por su tiempo.

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El hombre estaba a punto de irse, cuando un cliente de la fila lo impulsó a quedarse y le propuso vender su lugar.

Robert se dio cuenta que había encontrado una excelente forma de ganarse el sustento, por lo que llamó a otros amigos para que se unieran a la fila, al final del día, habían vendido cuatro lugares y cinco cajas de leche para los clientes pudieran sentarse, e incluso el día de espera le dio a Samuel la ganancia suficiente para comprarse su propio iPhone 5.

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Esta experiencia le dio a Samuel un negocio, Same Ole Line Dudes o Line Dudes para abreviar, el cual cobra 25 dólares (450 pesos) por la primera hora de espera, y 10 dólares (180 pesos) por cada media hora extra, además hay un mínimo de dos horas y un recargo de 5 dólares (90 pesos) por mal tiempo, ya sean temperaturas inferiores a cero o mayores a 37 grados centígrados.
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Pero el momento más importante del negocio de Samuel, fue cuando Dominique Ansel, un chef de repostería combinó el croissant con la dona para crear “Cronuts”, y vendiéndola en cantidad sumamente limitada en su panadería.

Todos los días Samuel colgaba anuncios en Craiglist donde ofrecía hacer la fila para comprar “Cronuts”, pero comenzaron a aparecer más y más clientes, y él solo ya no se daba abasto, pues la venta del alimento se limitaba a 2 por persona, por lo que tuvo que llamar a más amigos para cubrir los pedidos.

Periodista se dieron cuenta que Robert y sus amigos estaban a diario en la panadería y se enteraron del servicio que ofrecían por lo que comenzaron a difundirlo.

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La gente empezó a llamarnos para pedirnos otras cosas”, cuenta Samuel, “y comenzaron a hacer filas para las grabaciones de Saturday Night Live, para presentaciones de oradores famosos, para cualquier cosa que requiriera hacer una fila”.

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Finalmente en 2014, Samuel hizo de Line Dudes su trabajo de tiempo completo y el mejor negocio de su vida.

KP