Violencia brota durante la cuarentena

Incluso en las parejas estables, el encierro crea efectos negativos. Según la terapeuta familiar y de pareja Noemí Díaz Marroquín, de la UNAM, la “convivencia forzosa de 24 horas inhibe espacios de desfogue y de desconexión”, originando problemas y que su solución sea más difícil.

El encierro genera mayor tensión: La poca costumbre de estar en familia en un espacio reducido genera mucha tensión, ansiedad e irritabilidad, principalmente en los hombres.

Las parejas dejan de dedicarse tiempo por atender a sus hijos: Esto da paso a reclamos o discusiones, debido a que generalmente una de las dos partes que integran la pareja siente la falta de atención.

Se exageran las fallas o defectos de los demás: “No dejes todo tirado”, “déjame descansar, no puedo hacerlo todo”, son algunas de las frases más comunes que dan paso a discusiones.

Se genera un comportamiento impulsivo: Los hombres en particular pueden reaccionar de manera violenta al encierro y tener conductas impulsivas, causando peleas con abuelos, suegras u otro miembro de la familia.

Resurgen viejos conflictos: Tristemente emergen temas pendientes que abren la puerta al conflicto y, en consecuencia, desencadenan nuevas riñas.

Ten paciencia y no juzgues las emociones de tu pareja. Escucha con empatía y respeto, pues muchas reacciones se pueden sobrellevar, siempre y cuando no involucren violencia.

El respeto es clave. Éste debe prevalecer como la principal dinámica en pareja y en familia si no se quiere terminar en divorcio.

Si están enojados, esperen a que se les pase el enfado. No discutan frente a sus hijos, ya que no solucionará el problema y puede empeorarlo. Hablen cuando se calmen los ánimos y ofrezcan una disculpa auténtica.

Retomen hobbies, juegos y charlas amenas para buscar la intimidad. Recuerda qué fue lo que los unió, para estimular el sistema límbico (que es la zona del cerebro que regula las emociones), y reanimen su vida erótica.

Hagan equipo y agradécele su ayuda, ya que ahora hay que

limpiar más. Distribuyan las tareas del hogar, ya que es necesario cocinar, lavar y limpiar más. Se sentirá muy bien al saber que su esfuerzo es valioso.

Tomen cada uno tiempo para estar solos. Hagan cosas por separado para despejar la mente del entorno, esto les creará un efecto relajante para su tranquilidad.

Si no puedes permanecer en tu domicilio, acude a un albergue La PGJCDMX y la Secretaría de la Mujer mantendrán abiertos 32albergues para víctimas de violencia, dos en cada alcaldía. Línea de emergencia: 911 y Red Nacional de Refugios: CDMX: 5674 9695 y nacional: 800 822 4460.