Yuri recuerda cómo el proceso de adopción de su hija, Camila, le cambió la vida
Hace más de una década, Yuri y su esposo, Rodrigo Espinosa, decidieron adoptar a una niña en Chile.
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Durante muchos años, Yuri soñó con ser madre. Sin embargo, debido a diversos problemas de salud, le fue imposible tener un hijo de forma natural, por lo que, en su momento, decidió adoptar a Camila.
Ya hace más de una década, la intérprete de ‘Maldita primavera’ y su esposo, Rodrigo Espinosa, visitaron una casa de adopción en Chile, donde quedaron encantados con una niña que tenía unos cuantos meses de nacida.
“Después, cuando hicimos todo el proceso, nos dijeron: ‘Esa es la niña que se va con ustedes’. No es del tipo de instituciones que te dicen elige a quién quieres, pero sí se entregan características físicas que desean”, declaró la cantante en aquella ocasión.
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Yuri recuerda cómo el proceso de adopción de su hija le cambió la vida
Con propósito de las festividades por el Día de las madres, Yuri tuvo una entrevista con el programa ‘Despierta América’ y se sinceró sobre cómo ha sido para ella la experiencia de la maternidad.
“Me costó mucho trabajo ser mamá porque ya llegó Camila a una edad muy avanzada (de mi vida). No era viejita, pero era una mujer madura, así que Camila es un regalo. Camila, para mí, ha sido mi maestra. El regalo más grande después de Dios, de tener a Dios en mi corazón”.
La cantante también recordó que una amiga fue quien le comentó sobre la opción de adoptar, pues veía las ansias que tenía por ser madre.
“Me dijo: ‘Yo quiero que seas mamá’. (Yo le dije) ‘Ya estoy muy grande, mana’ (y ella respondió) ‘Eso no importa’, y entonces me llevó a un lugar donde se adoptan niños. Ahí conocimos a Camila. La cargamos. Ella se apegó a Rodrigo”, indicó.
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Durante la plática, mencionó la forma en la que le ha enseñado a su hija a lidiar con las críticas que ha llegado a recibir por ciertas polémicas en las que se ha visto involucrada.
“(Le digo) Acuérdate que Dios es justo. Hay gente que va a destruir porque se siente bien destruyendo. Las personas que destruyen no tienen a Dios en su corazón. Han de tener una vida muy fea y por eso, de su corazón, sale esa amargura”, expresó.
Para finalizar, mencionó que se siente sumamente orgullosa de su hija: “Me ha salido muy buena. Yo creo que hemos sido buenos padres, buenos ejemplos, y por eso tenemos 28 años de casados. Aparte, somos cristianos. Somos gente que amamos a Dios”, concluyó.
