¡Embarrada! Sobrina de Itatí Cantoral le hizo un millonario fraude

V aya sorpresa nos llevamos al enterarnos de que Itatí Cantoral, de 48 años, tiene una sobrina de nombre Alejandra, hija de su hermano mayor Roberto, director de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), que ha sido acusada de cometer un fraude millonario.

Al respecto, platicamos con Rodrigo García, cofundador del bufete García Carbajal y quien está a cargo del caso, para conocer los pormenores de la situación:

“La chica se llama Alejandra Itatí Cantoral Ramos, pero se presentó como Itatí Cantoral y desde ahí comenzaron los problemas para mi cliente”.

“El contacto se dio por una amistad en común entre ella y mi cliente. Alejandra hizo un pedido de cubrebocas en mayo del año pasado porque dijo que tenía clientes que esperaban el producto. En ese entonces, el vendedor invirtió en tapabocas KN95 por motivo de la pandemia”.

“Ella dijo que compraba dos millones de cubrebocas de inmediato porque ya tenía las ventas aseguradas, pero sólo se le entregaron 107 mil 450 piezas”.

“No, se le entregó la mercancía y ella firmó un pagaré por el total porque argumentó que no tenía el dinero en el momento. Mi cliente accedió de buena fe porque creyó en ella”.

“Asciende a 8 millones 101 mil 730 pesos, por 107 mil 450 cubrebocas (cada pieza tenía un costo de 75.4 pesos)”.+

“Los tenía que pagar el 21 de junio del año pasado, lo cual no sucedió”.

“Al principio, Alejandra le pidió a mi cliente que la esperara un poco, le decía que todavía no entregaba el producto; luego, dijo que si no le pagaban sus distribuidores, ella pondría de sus fondos. Esa fue una de sus primeras mentiras”.

“Llegó a decir que ya había hecho las transferencias y nada que ver. Los meses fueron pasando y cada vez fue más difícil contactarla, no contestaba el teléfono, sólo por Whats, y luego ni eso”.

-Y su cliente decidió tomar acciones legales...

“Así es, pero antes intentó negociar el pago; sin embargo, al ver que Alejandra se negaba a liquidar, mi cliente decidió tomar acciones legales y ya se presentó una demanda mercantil y una denuncia penal”.

“Sí, quiso negociar con ella, le dijo que no quería tener problemas, que le haría un descuento, pero que le pagara”.

“De ocho millones de pesos, ya sólo le pedía dos, pero ni así le pagó; quedó en una fecha, luego en otra y no pagó, hasta que no quedó otra opción más que presentar una demanda ejecutiva mercantil y una denuncia penal”.

“La demanda mercantil es con base en la garantía firmada, que es el pagaré, y se requiere el pago del adeudo; la denuncia penal es por el fraude que está cometiendo, pues obtuvo un beneficio a raíz del engaño: pide la mercancía y no paga; eso es un fraude”.

“Fraude, como mencioné, y lo que resulte”.

“Se intentó notificarla, pero como vive en un conjunto de departamentos, ella ordenaba a los de Seguridad que no dejaran pasar a nadie. Por ello, procedimos con el uso de la fuerza pública y con la autorización de un juzgado en el departamento ubicado en Interlomas”.

“Alejandra no estaba, pero sí una de sus trabajadoras. Ella nos abrió y seguimos el protocolo para emplazarla”.

“Emplazar es requerir el pago y embargar. Cuando emplazas, haces la notificación formal de que existe una demanda con los documentos donde se reclama el pago del pagaré y una copia de la diligencia que está llevando a cabo la autoridad judicial en ese momento”.

“Sí, ese mismo día se hace todo. Un actuario es el que, en representación del juez, hace el embargo en el mismo domicilio. Como Alejandra Itatí no estaba, se le informó a su empleada doméstica que iban de parte del juzgado por una demanda para el pago de un pagaré arriba de ocho millones de pesos. Le hicieron la pregunta que es obligada: si podía hacer el pago de la cantidad y ella respondió que no, que ‘sólo trabajaba ahí’, entonces, le pidieron que señalara los bienes con los que se cubriría el pago en favor de la parte afectada”.

“Dos inmuebles. Se le proporcionan los datos de los inmuebles al actuario y al final se le emplaza con copias de la demanda y lo que se escribió en el momento del juicio, con eso ya se cubren los tres puntos de la diligencia por el auto que dicta el juez”.

“Al principio la deuda era por 8 millones de pesos, pero ahora es de casi 20 millones por la suma de los intereses moratorios más el pago de los servicios de los abogados. Encontramos dos departamentos, uno en Huixquilucan y otro en Cancún, Quintana Roo”.

“La cantidad exacta de los inmuebles no la sabemos en este momento porque hay que hacer un avalúo; los embargos son preventivos para garantizar que va a pagar, por eso tenemos que llevar el procedimiento”.

“Si Alejandra no paga, vendrá una etapa que se llama de ejecución, donde ya entran los avalúos de los inmuebles y ya nos dicen su valor. En este caso, la cantidad principal, que es lo que ampara el pagaré, es de 8 millones 101 mil 730 pesos, pero esos ocho millones están generando un interés moratorio mensual y anual; entonces, desde el momento en que dejó de pagar hasta que venga una sentencia, se van generando intereses mes con mes y, cuando lleguemos al final, los ocho millones iniciales no sabemos en cuánto se van a convertir”.

“Si la parte que le corresponde del valor de los inmuebles no cubre el valor total de la deuda, a Alejandra Itatí se le embarga todo lo que tiene: coches, cuentas, muebles... todo”.

“Al momento que le embargamos, resulta que esas dos propiedades las tiene en copropiedad con sus hermanos, entonces, es patrimonio familiar. Íbamos a tener una junta con Roberto Cantoral jr., su papá, para tratar de llegar a un acuerdo, pero como no se hizo donde ellos quisieron, ella se enojó y su papá dijo que nos veíamos en el juicio. Un día después salió la contestación de la demanda”.

“Que ella nunca recibió ningún préstamo, pero nosotros hablamos de un producto. Como el documento habla de la obligación de pago, ella está diciendo que supuestamente le íbamos a dar dinero, que el 21 de mayo nos reunimos y al final llenamos algunos datos del pagaré, pero supuestamente dejamos algunos vacíos y que nunca se le prestó el bien, que ella firmó el pagaré en blanco de buena voluntad y que ahora está sorprendida porque no recibió esa cantidad y que ni siquiera era lo que se le iba a prestar, pero está mintiendo”.

“Claro, hay constancia de todo, incluso fotos de los recibos de los cubrebocas con su firma”.

“Se trata de que ella pague su parte, entonces, se puede demandar la disolución de la copropiedad y sale a remate todo el inmueble; tras la venta se reparten las partes entre el hermano, la hermana y la parte afectada”.

“Claro. Ella está negando todo, tenemos la denuncia penal y demanda mercantil que se ejecuta con los recibos firmados por ella, pero la contestación que dio a la demanda tiene un rebote penal por falsedad de declaraciones, más allá de lo económico, porque la falsedad de declaraciones es delito grave, entonces, no sale bajo caución y podría ir a la cárcel”, finalizó.