Erik Rubín, orgulloso del talento de sus hijas: Soy un papá bien chillón
Platicamos con Erik Rubín, de 51 años, y Mia Rubín, de 16, padre e hija, quienes llevan una maravillosa relación y se sienten muy identificados, pues ambos están en estos momentos enfocados en la música, trabajando juntos:
-Erik, ¿cómo es la relación con tus hijas?
“De mucho amor y de respeto. Para mí y Andrea, lo más importante es tener una comunicación total con ellas, son niñas amadas y respetadas desde el hogar”.
“De mucho amor y de respeto. Para mí y Andrea, lo más importante es tener una comunicación total con ellas, son niñas amadas y respetadas desde el hogar”.
-¿Qué significa para ti mirar a tus hijas en los teatros y en los escenarios?
“Mis hijas, tanto Mía como Nina, desde pequeñas se han estado preparando, ambas están listas para lo que se les presente y soy el papá más feliz y orgulloso”.
“Mis hijas, tanto Mía como Nina, desde pequeñas se han estado preparando, ambas están listas para lo que se les presente y soy el papá más feliz y orgulloso”.
-¿Te ponen sensible?
“Soy muy sentimental, debo confesar que soy un papá bien chillón; verlas en el escenario, felices y realizadas, es hermoso para mí”.
“Soy muy sentimental, debo confesar que soy un papá bien chillón; verlas en el escenario, felices y realizadas, es hermoso para mí”.
-¿Y qué es para ti el compartir un escenario con tu hija Mía?
“Mis nervios son dobles, pero hacemos todo con mucho profesionalismo”.
“Mis nervios son dobles, pero hacemos todo con mucho profesionalismo”.
-¿Cómo has encaminado sus carreras?
“Desde niñas, Andrea y yo les dejamos en claro que se tenían que preparar, y hoy que las vemos triunfando y brillando, entendemos que estamos haciendo bien las cosas con ellas”.
-¿Nina está más enfocada a la actuación?
“Mía canta maravilloso y también ha demostrado sus dotes de actuación; y Nina tiene muchos talentos, me ha sorprendido el don que tiene para la composición”.
“Mía canta maravilloso y también ha demostrado sus dotes de actuación; y Nina tiene muchos talentos, me ha sorprendido el don que tiene para la composición”.
-¿Cómo manejan el ego con tus hijas?
“Tenemos una canción que se llama ‘El diablo’ y habla del ego, que a veces es bueno para estar bien, pero en otras ocasiones puede ser tu enemigo; hay que tener mucho cuidado. Pero hemos educado a niñas respetuosas, profesionales, y aún no termina”, comentó.
-Mía, ¿en qué momento supiste que querías estar también en los escenarios?
“Ver a mi papá en el escenario me generaba una sensación de mucha emoción, y desde ese momento dije: ‘Yo quiero estar ahí’; ver a mi padre me pone chinita la piel y me hace llorar de emoción”.
“Ver a mi papá en el escenario me generaba una sensación de mucha emoción, y desde ese momento dije: ‘Yo quiero estar ahí’; ver a mi padre me pone chinita la piel y me hace llorar de emoción”.
-¿Qué consejos te da?
“Ahora entiendo muy bien que gracias a su profesionalismo y dedicación, es un artista en toda la extensión de la palabra; es muy exigente, y más con nosotras, pues quiere que estemos preparadas”.
“Ahora entiendo muy bien que gracias a su profesionalismo y dedicación, es un artista en toda la extensión de la palabra; es muy exigente, y más con nosotras, pues quiere que estemos preparadas”.
-Y tu mamá, ¿ella qué te aconseja?
“Me apoyo mucho en ella, porque tiene mucha experiencia en moda, confío en su gusto, me ayuda con los cortes de las prendas y hemos logrado un gran equipo”.
“Me apoyo mucho en ella, porque tiene mucha experiencia en moda, confío en su gusto, me ayuda con los cortes de las prendas y hemos logrado un gran equipo”.
-¿Cómo te sentiste en esta presentación con tu padre en la Arena Ciudad de México?
“Ha sido mi presentación más importante y emocionante, porque compartí el escenario con monstruos de la música”, finalizó.
“Ha sido mi presentación más importante y emocionante, porque compartí el escenario con monstruos de la música”, finalizó.