Fui una hija no deseada y cumplí mis sueños: Toñita
“Mi vida ha sido extraña; fui una hija no deseada y al final cumplí mis sueños... ¡agradezco estar viva!”, revela la cantante.

IG | “Mi vida ha sido extraña; fui una hija no deseada y al final cumplí mis sueños... ¡agradezco estar viva!”, revela la cantante.
/Jorge Neri
Toñita, también conocida como “La Negra de Oro”, de 41, es un ejemplo de que se puede salir adelante y de que los sueños se cumplen. La cantante, originaria de Tantoyuca, Veracruz, nos abrió su corazón para compartirnos más sobre su vida, la cual considera que inició de una forma extraña, pues fue una hija no deseada. También nos contó sobre algunos momentos difíciles por los que pasó y cómo cambió su mundo al formar parte de ‘La Academia’, de TV Azteca, en 2002, donde conquistó al público con su gracia y talento. Más allá de su camino a la fama, nos platicó cómo le ha ido como mamá de su gran tesoro, Nimbe Sofía, de 13 años, fruto de su amor con su pareja, Luis Manuel:
-Toñita, ¿cómo fueron tus primeros años de vida?
“Es la primera vez que lo digo, pero mi vida comenzó de una manera medio extraña (ríe), y es que se va a oír muy fuerte esto, pero fui una hija no deseada”.
-¿Y eso por qué?
“Lo que pasa es que nací en controversia, porque mis papás ya tenían cuatro hijos (Ney Yadira, Yesenia, Salvador y Crisel) y habían perdido dos; entonces mi papá, Salvador Salazar, ya no quería tener más y mi mamá, Aidé Zamora, decidió ponerse una inyección para no tenerme, pero... ¡afortunadamente no funcionó!”.
-¡Qué fuerte historia!...
“Sí, mi mamá me dice: ‘Te agarraste muy bien al cordón umbilical’; me lo contó ya de grande, a la edad de poder asimilarlo, y dije: ‘¡Ay, qué malos!’, pero también entiendes que ya tenían una familia grande y su situación era difícil; agradezco mucho estar viva”.
-Cuéntanos sobre tu niñez…
“Crecí entre música, pues a mi papá siempre le gustó tocar la guitarra, a mi mamá la música ranchera, y mi hermana mayor cantaba. Yo era solitaria porque mis hermanos eran mayores; entonces me la pasaba jugando solita y cantando todo el tiempo”.
-Desde niña, ¿querías ser cantante?
“Siempre he sido muy soñadora, me imaginaba cantando con traje de charro frente a mucha gente, pero era mi sueño guajiro, nunca pensé que me iba a dedicar a esto, es bien extraño”.
¿Cómo ibas en la escuela?
“Era muy listilla desde chiquilla y muy dicharachera. Entré a la primaria dos años antes como oyente, pero pasé y ahí me seguí. Durante la secundaria, mis papás se separaron cuando tenía 10 años, entonces tuve que desertar a los 12”.
-¿Por qué se separaron?
“Porque ya no funcionó el matrimonio, mi papá era muy coqueto y mi mamá dijo: ‘Hasta aquí’, porque ya eran demasiados engaños. Para mí fue muy difícil, ya que era la más chiquita”.
-¿Qué pasó después?
“Cuando tenía 13 años, mis hermanos y yo nos vinimos con mi mamá a la CDMX y vendíamos comida, pero quería seguir estudiando, entonces me fui con mis abuelos maternos a Tamiahua, Veracruz, para terminar la secundaria”.
-¿Y estuviste alejada de tu mamá o sí se veían en esa época?
“En vacaciones la venía a ver y aquí trabajaba para sacar para mis útiles. Empecé a trabajar a los 13 lavando trastes y luego me pasaron de mesera. A los 15 terminé la secundaria y regresé a Tantoyuca”.
¿Seguiste estudiando?
“Sí, allá hice la preparatoria y empecé la carrera de Ingeniería Industrial, pero ya no la terminé porque entré a La Academia”.
Y luego vino La Academia...
“Mi mamá se enteró del casting y me dijo: ‘Fíjate que hay un concurso, me urge que estés aquí en la capital’, pero yo no tenía dinero y el novio que tenía en ese entonces, Manuel, me prestó para el autobús”.
-¿Qué sentiste cuando entraste a La Academia?
“Lo recuerdo con mucha nostalgia. Cuando me dijeron que me había quedado, ¡no sabía si reír o llorar de la emoción!”
-¿Cómo viviste el reality?
“Me pasó algo bien bonito, porque aunque era muy extraño estar con 13 chamacos bien diferentes y ajenos a ti, al final les fui agarrando tanto cariño, que a pesar de las diferencias, son mi familia”.
-¿Cambió totalmente tu mundo?
“Claro, de ahí inicié mi carrera y vinieron cosas maravillosas”.
-¿Se te subió la fama?
“No, mi problema fue controlar mi genio porque era muy enojona, pero aprendí con los trancazos a ser más prudente”.
-Te han involucrado en pleitos con exacadémicos, recientemente con Cynthia Rodríguez, ¿qué nos dices al respecto?
“Sólo puedo decir que si se meten con mi trabajo o dicen mentiras sobre mí, me defiendo, porque no se vale; pero eso a la gente no le gusta y ya por eso dicen que me peleo con todos”.
-Un momento difícil fue la desaparición de tu hermano Salvador (qepd), ¿cómo lo viviste?
“Perder a un hermano es lo más difícil. Él era hijo de mi papá con otra señora. Cuando pasó esto (2014), él tenía 22 años y toda una vida por delante. A partir de ahí, mi papá enfermó”.
-¿Llegaron a saber por qué se lo llevaron?
“No sabemos, pero en ese entonces fue muy complicado pedir ayuda, porque hasta a mí me llegaron amenazas de muerte, pero aún así no tenía miedo. Tristemente, de unos años para acá, Tantoyuca se ha vuelto muy inseguro”.
-También has tenido alegrías, como haber formado tu familia...
“Sí, llevo 16 años con mi pareja, Luis Manuel, a quien conocí en 2005, y nuestra hija Nimbe Sofía ya tiene 13 años”.
-¿Cómo fue convertirte en mamá?
“Nimbe nos ha llenado la vida de colores; sin embargo, cuando llegó, tuve muchos miedos, como no ser una buena mamá, pero he aprendido mucho con ella. Es muy inteligente, muy adulta para su edad, directa y sincera”.
-¿Te gustaría tener otro hijo?
“No, a estas alturas ya no, con una es suficiente; aparte tengo problemas de tiroides y sería muy complicado”.
-¿Qué viene en tu carrera?
“Estoy promocionando mi tema ‘Te vas al diablo’, que está en todas las plataformas digitales, y el video de ‘Castillos en el aire’, en mi canal oficial Toñita Music. Soy una artista independiente desde 2010, sigo trabajando y esforzándome”, finalizó.