Juan Pablo Medina busca una prótesis para recuperar su vida

Hace unas semanas les contamos que el actor Juan Pablo Medina, de 43 años, desafortunadamente fue internado de emergencia en un hospital de la CDMX, donde tras ser diagnosticado con una trombosis venosa, los doctores recurrieron a amputarle la pierna derecha para salvar su vida. Luego de 15 días, este caso que cimbró al medio del espectáculo parece cerrar un capítulo, pues Juan Pablo por fin está en su casa. Platicamos con una amiga de la familia Medina, quien nos contó lo siguiente:

“No sé cómo se enteraron, pero sí, luego de varios días de angustia, Juan Pablo por fin está en casa; dejó el hospital el viernes 13 de agosto. Él decía que lo trataban de maravilla, pero que necesitaba estar en casa con los suyos”.

“No voy a mentir, tuvo días de profunda tristeza, pero tras salir del hospital, su estado de ánimo mejoró. Ha pensado las cosas y dice que se siente agradecido con Dios porque está con vida, disfrutando del amor de la gente que está a su alrededor y apapachado por su novia Pau (Paulina Dávila)”.

“Sí, pero hoy es otra cosa, está enfocado en su rehabilitación e incluso ya piensa en la opción de una prótesis. Está en pláticas con especialistas de México, Estados Unidos y Europa porque decidió no dejarse vencer”..

“Más bien sigue con terapias y en rehabilitación para adaptarse a este cambio en su vida, pero también está viendo opciones sobre qué va a hacer el día de mañana cuando ya tenga que retomar su vida, lo cual va a ser más pronto de lo que se imaginan. Ahorita pidió unas vacaciones con la familia y está en Valle de Bravo”.

“Tristemente hubo mucho ruido en torno a su salud, pero lo que le ocurrió fue un efecto dominó de cosas malas: ingresó de emergencia por una gastroenteritis severa, pero se le complicó con una deshidratación, de ahí se le vino una alteración hematológica y finalmente la trombosis”.

“Como dije, fue un efecto en cadena lo que lo llevó a estar grave. Sus médicos no descartaron que haya podido influir en su condición, sobre todo porque hay estudios alrededor del mundo sobre casos donde sí hubo efectos colaterales; pero en el caso de Juan Pablo, sus médicos no lo descartan”.

“Bastante; según explicaron los médicos, fueron muchos procedimientos: lo operaron en cinco ocasiones, tuvo exploraciones poplíteas (estudio de las venas), una hemicolectomía, diversas arteriografías y finalmente la amputación. Pero gracias a Dios, aunque lo que pasó no fue fácil, hoy está con su familia y con muchas ganas de superar esta prueba que le puso la vida. Él es un guerrero y un hombre muy optimista, no se va a venir abajo porque sabe que aún tiene muchas cosas por delante”, finalizó.