La hija de Alfredo Adame se defiende de quienes aseguran que hace fiestas en plena contingencia

La semana pasada, algunos vecinos de Vanessa Adame, de 40 años, hija del actor Alfredo Adame, de 61, denunciaron públicamente que ésta, junto a un grupo de vecinos del fraccionamiento donde viven, ubicado al poniente de la CDMX, convocaban a fiestas dentro del condominio y en jardines comunes sin respetar la sana distancia, ni utilizando algún tipo de protección en medio de la pandemia que estamos viviendo, y estaban preocupados ante una propagación del virus al interior del lugar. Nos comunicamos con Vanessa, quien asegura que esto es una exageración.

-Vanessa, la semana pasada publicamos una nota en la que algunos de tus vecinos se quejan de que organizas fiestas en esta cuarentena, ¿qué pasó?
“Mis vecinos están enfurecidos . Aclaro que no organizo fiestas. En efecto, de repente me junto con un grupo de vecinos; nos juntamos en el jardín y no le veo ningún problema, todos se están cuidando de no contagiarse de nada”.

-¿Por qué crees que se haya hecho esta denuncia?
“Porque soy hija de Alfredo Adame, si no, ¿a quién le importaría?; me agarraron como chivo expiatorio y me imagino de dónde viene, porque hay una vecina a la que nada le parece, pero, ¿por qué no le hablas directamente a la administración y haces un comunicado? No soy alcohólica, ni junto gente; aseguran que me escudo en el apellido de mi papá, pero nunca lo digo, precisamente por esto”.

-¿Nunca has estado en una reunión de 40 personas ahí en tu casa?
“Ni siquiera caben 40 personas en una casa de éstas; nunca nos hemos juntado tantos. Aquí no ha habido ningún contagio de Covid; usamos cubrebocas y guantes cada que salimos al súper”.

-¿Es verdad que formas parte de un chat donde se convocan estas fiestas?
“Que me lo demuestren con pruebas. Me pintan como si fuera el demonio en la Tierra y no es así. Si ponemos música es problema, si sales es problema; pero estás en tu casa y el jardín es un área común”.

-Tus vecinos nos proporcionaron una carta en la que se quejan de estas fiestas, ¿no es real?
“Esa carta no es de la administración de aquí. Además, la persona asegura que ese día bebimos alcohol hasta la madrugada... ¿estuvo ahí para ver que yo estaba?”.

-Nos enviaron videos donde aseguran que estás en esa fiesta y se oye tu risa…
“Ya vi el video y esa risa no es mía, no estuve ahí; y si fuera yo, ¿desde cuándo es pecado estar en la casa de uno de mis vecinos 
y atacarme de la risa? Si no creyera en el virus, no llevaría cien días encerrada con mis hijas y sin ver a mi papá”.

-¿Por qué fueron patrullas en esa ocasión?
“Las llamó la misma vecina; sí vinieron, vieron que no estábamos haciendo nada y se fueron. Y el brincolín que se puso el Día del Niño es de una vecina, así que no voy a permitir esas difamaciones”.

-¿Tus vecinos han tratado de hablar contigo?
“Jamás; nadie se me ha acercado, ni los policías de la entrada. No voy a permitir que por mi apellido, pongan en duda mi moral y la de mis personas queridas”, concluyó.