Lidia Ávila afirma que su hija Sophia es lo único que valió la pena de su primer matrimonio

Lidia Ávila se sinceró respecto de diversos acontecimientos de su vida en el canal de YouTube de Isabel Lascurain. Mediante una charla íntima, la integrante de OV7 abrió su corazón sobre cómo fue su matrimonio con Paulo Lauria.

Lidia Ávila expresa que se siente sumamente orgullosa de las lecciones que ha aprendido a través de esas experiencias que, si bien, le rompieron el corazón, la han convertido en una mujer plena y realizada.

A través del canal de YouTube de Isabel Lascurain, la cantante de OV7 hizo un balance respecto de su primer matrimonio, el realizado con Paulo Lauría en 2004. Admite con total honestidad que no estaba segura de casarse, pues, no se sentía preparada para ello, no obstante, no quiso dar marcha atrás y se animó a dar el “sí”.

Cuenta la intérprete que se confesó con su amiga y colega de OV7, Érika Zaba, respecto de las dudas que tenía con su futuro matrimonio: “Un día veníamos de Acapulco la ‘Wera’ y yo, ella venía manejando, íbamos a Cuernavaca al cumpleaños de su novio de aquel entonces… Y ahí platicando en la noche, que me suelto y me decía: ‘pero ¿por qué estás así?’, y yo: ‘es que no (me quiero casar) y no sé qué’, y me decía: ‘pues no te cases’, y yo: ‘pero no, ya todo está listo’”, detalló la plática Lidia Ávila.

Además, recordó que, una de las consecuencias de ese matrimonio fue que se alejó de su hermano Óscar, pues él no estaba de acuerdo con esa boda: “Con uno de mis hermanos, Óscar, pues me dejó de hablar, literal. Me dejó de hablar, con él también estuve una vez en su casa y me decía: ‘es que no te cases, ¿por qué?’, y yo nada más lloraba y no decía nada”.

De igual forma, sus padres tampoco estaban de acuerdo con que se casara con Paulo Lauría e, incluso, recuerda la cantante que el día de la boda, su mamá tenía un derrame en el ojo.

Sin embargo, admite que una de las razones para no cancelar la boda fue que no le quería dar la razón “a todo el mundo”. Y es que, en realidad, nadie la estaba presionando para que se uniera en matrimonio con Lauría, en todo caso, fue ella misma quien se presionó para seguir adelante con ese compromiso:

“Tenía mucha presión, yo solita, porque nadie me estaba poniendo una pistola en la cabeza… Pero ya estaba ahí, y era de: ‘¿cómo?’, antes muerta que sencilla, cómo le iba a dar la razón a todo el mundo”, se sinceró. Reveló además que ni siquiera tuvieron ‘Luna de Miel’.

No obstante, reconoce que lo único que valió la pena de su vínculo con Lauría fue el nacimiento de su hija Sophia, quien falleció al poco tiempo de nacida a causa del síndrome de intestino corto. La bebé murió en septiembre de 2009.

“Lo único que valió la pena de todo eso fue mi hija, porque eso no lo cambio por nada, porque por algo lo viví, porque desde ahí mi vida comenzó a cambiar, porque toda mi vida fue increíble, tuve la mejor infancia”, confesó. Lidia Ávila y Paulo Lauría se casaron en 2004; en 2009 nació su hija; la pareja se divorció en 2010.