Mauricio Islas perdió las ganas de vivir tras escándalo con la hija de El Puma

Hace dieciséis años Mauricio Islas se vio envuelto en un escándalo que cambió por completo no sólo su vida; sino su carrera. El actor estaba en su mejor momento cuando fue denunciado de abuso por el cantante José Luis Rodríguez ‘El puma’, luego de que se enterara que Islas y su hija mantenían una relación, a pesar de que ella aún era menor de edad.

Mauricio conoció a Génesis en 2004, cuando ambos participaban en la telenovela ‘Prisionera’, la primer producción que el actor realizó para Telemundo; y durante una fiesta organizada por la producción del melodrama él y la joven sostuvieron un encuentro, mismo que desató la furia del padre de Génesis, quien no dudó en proceder legalmente contra él. Afortunadamente, el juicio falló a su favor y se comprobó que la relación con la estadounidense había sido consensuada.

Sin embargo, ese fue un golpe muy duro para Mauricio, y así lo recordó en una entrevista que ofreció al programa ‘El minuto que cambió mi destino’: “No dormía. Estuve siete horas loco, en un closet. Me encerré”, confesó.

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Pero eso no fue todo, el histrión incluso aseguró que tras ese evento, perdió las ganas de vivir: “De repente dije, ya no quiero vivir, no quiero saber nada. Era tanta mi desesperación, que me metí al closet y me encerré. Cuando salí habían pasado siete horas, fue el momento más revelador”, dijo.

En su desesperación, Islas recurrió incluso a Dios, para pedirle que lo ayudará a salir adelante en uno de los momentos más oscuros de su vida: “Voltee y le dije a Dios: Por favor encárgate de lo que no está en mis manos y te prometo tratar de hacerme responsable de lo mío. Aprovecho este momento para ser claro en eso. Es muy fácil decir, no estoy preso y está bien, sabía que se iba a arreglar, porque lo que decían no era cierto, si hubiera sido así, no estaría aquí, punto, te vas a la cárcel, no hay vuelta de hoja”, continuó Mauricio Islas.

Pero enfrentar la justicia fue sólo la mitad de sus problemas, pues aunque estaba seguro de su inocencia y de que todo saldría a su favor, hacer frente a la prensa que lo atacaba constantemente, no fue nada sencillo. “Me ayudó a conocer a Mau, yo no sabía qué tan afectado estaba ese niño bulleado, qué tan vulnerable era. Entiendo, no los juzgo, pero a veces la gente es tan dura”, finalizó.

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