Pablo Lyle espera sentencia, literalmente… ¡sacándose los mocos!

A más de siete meses de que Pablo Lyle, de 33 años, fuera detenido en Miami, Florida, como presunto acusado del homicidio de un hombre de 63, pudimos ver al actor de lo más relajado, disfrutando de la piscina, aunque con el grillete que por ley le impusieron las autoridades americanas. Al respecto de su situación, platicamos con un amigo muy cercano de Lyle y nos dijo:

-Platícanos, ¿cómo está Pablo a unos días de la nueva audiencia?

“Obviamente está desesperado con su situación legal, por el cambio tan radical que ha dado su vida y porque debido a ello ha dejado de trabajar, pero ha tratado de agarrar fuerzas, sobre todo por su esposa y sus hijos, ellos son los que lo han llenado de buena energía”.

-¿Pablo comenta algo al respecto?

“Pues lo normal, a veces está con la mejor actitud y le dan ganas de salir a pasear con los niños, hacer algún deporte con su esposa, salir de casa, y a veces sí no tiene la mejor cara para salir y simplemente se queda en casa. Le han recomendado mucho que trate de hacer una vida normal y así lo ha hecho”.

-Lo hemos visto últimamente subido de peso y hasta se pintó el pelo...

“Así es, ha subido de peso porque no está trabajando, no tiene el compromiso de cuidar su imagen y digamos que se ha relajado mucho en ese aspecto. Lo que sí es que le ha dado por fumar demasiado, quizás es por la ansiedad; antes no lo hacía y ahora se fuma hasta dos cajetillas al día, pero es parte de todo lo que está viviendo”.

-¿Cómo crees que le vaya a ir en este nuevo juicio?

“Está confiado en que las cosas se van a aclarar. Sabe que si el juez no ha fallado a su favor en las audiencias anteriores es por falta de pruebas, pero tiene la esperanza de que en ésta que viene las cosas cambien”.

-¿Tienen algo que pueda ayudar a su defensa?

“Sinceramente eso no te lo podría decir, desconozco eso, pero sus abogados le han dicho que no debe perder la fe y eso es lo que ha hecho. Está tranquilo y, aunque no lo dice, cree que esta

audiencia puede ser la buena, pero mientras llega el día (el próximo 27 de noviembre), tiene que esperar a que las autoridades le den indicaciones y acatar lo que ellas le digan”.

-¿Cuál es su situación legal en estos momentos?

“Pablo sigue bajo investigación, sólo que sus abogados consiguieron que saliera libre bajo fianza y que el proceso de espera lo pase en arraigo domiciliario; incluso está siendo monitoreado”.

-Vimos que sigue con el grillete...

“Sí, claro, como te comento, él sigue bajo supervisión y el grillete es algo obligatorio por el proceso en el que se está. Pero aunque se encuentra en arraigo domiciliario, tiene ciertos privilegios: puede salir a pasear con sus hijos, visitar a sus abogados, ir a las plazas comerciales, a la iglesia... pero está obligado a tener el aparato en su pierna derecha, esto es para evitar una fuga, que salga de la ciudad e incluso del país. Pablo sabe cuáles son sus limitantes, pero aun con eso trata de hacer su vida”.

-Su familia, en especial su esposa, Ana Araujo, se ha convertido en su incondicional...

“Por supuesto, y no sabes lo agradecido que él está con Ana, porque lo ha apoyado en todo. Ella está a cargo de los niños y es quien por el momento está aportando económicamente, pues aunque Pablo tiene ahorros, no son suficientes, incluso han tenido que pedir prestado a sus amigos. Ana no se le separa para nada, tan es así, que incluso ella y sus hijos tuvieron que mudarse de la CDMX a Miami y dejar todo atrás”.

-¿Tanto así?

“Así es, ellos vivían en México y cuando todo este incidente ocurrió estaban de vacaciones en Miami; tuvieron que dejar su casa y un negocio que Ana tiene para poder estar con Pablo y seguir el proceso con él en EU”.

-Sabes si sus hijos están enterados de la situación por la que él atraviesa...

“No, están muy chiquitos para comprenderlo y no les han dicho nada. Pablo trata de estar con ellos todo el tiempo que puede, juegan, se van a pasear para que no se enteren. Ellos están bien y son felices así”, finalizó.