Paola Durante confiesa que es adicta a las cirugías y dice cuántas se ha hecho

Aunque nació en Uruguay, Paola Durante creció en México desde que tenía 4 años de edad y desde entonces, supo que quería dedicarse al medio artístico.

Inició su carrera como edecán y más tarde estuvo en el ojo del huracán tras el asesinato del conductor Paco Stanley en 1999, por lo que tuvo que pasar más de dos años en la cárcel.

A su salida de prisión, sus oportunidades en el medio artístico se redujeron, ahora a 22 años de la polémica, Paola se sinceró en una entrevista con Yordi Rosado, donde reveló uno de sus secretos.

Paola reveló que durante su participación como reportera en el programa producido por Magda Rodríguez en TV Azteca, ’Con Sello de Mujer’, mismo en el que trabajó tras salir de la cárcel; se dio cuenta que no estaba contenta con el tamaño de sus senos.

Debido a esto, durante una junta con la productora (qepd), Paola le expresó su descontento con el tamaño de su busto y fue cuando Magda preparó todo para que al día siguiente, Paola tuviera sus implantes de seno.

La cirugía fue pagada por TV Azteca pero quedó insatisfecha con la operación pues dice, aún se veían muy chicas, por lo que la ocasión perfecta para aumentar el tamaño fue cuando su pareja de ese entonces, le pidió que fueran ‘más grandes y más bonitas’, “como andaba con alguien importante y le gustaba como ‘mucho’ y me dijo: ‘oye, te pago la cirugía pero quiero que las tengas más grandes, más bonitas, y entonces obviamente me fui con el mejor cirujano”.

Paola ya había hablado con el médico que la iba a operar, recomendado por cierto, por Bárbara Mori y habían determinado un tamaño considerablemente más grande que el que ya tenía en los senos, sin embargo el día de la operación, su prima Bárbara, le advirtió al doctor que no podía cumplir el capricho de Paola, “entrando a quirófano Bárbara se enteró, y le dijo: ‘si tú le pones lo que te pidió Paola, no te vuelvo a recomendar con nadie más’, porque yo quería unas ‘bubis’ casi (como) Sabrina”.

Y continuó contando lo que pasó en esa segunda cirugía, “Cuando desperté fue como de: ‘¡no me operó! Me levanté enojadísima… y cuando llega el doctor me dice: ‘te tengo que confesar que me pidieron que fueran más chicas y aparte por tu estatura, tu espalda, no te ibas a ver bien, te ibas a ver más chaparra y más fea”.

Fue entonces que Paola reveló que el origen de su adicción a las cirugías, fue su inseguridad, pues lo hizo con tal de cumplir el capricho de su expareja, “mis inseguridades me han llevado a eso, mi gran inseguridad me llevó al ‘si no me opero lo voy a perder’, y era un hombre mucho más grande que yo, me trataba como princesa, lo que no me dio mi papá, me lo daba él”.

Hace un año, las bolsas de los implantes se rompieron, por lo que Paola tuvo que someterse a una tercera cirugía de busto, “esta vez ahora sí las quería más chiquitas, y (el cirujano) me dijo: ‘no, si te las hago más chiquitas te tengo que hacer la ’T’ y te voy a dejar toda marcada’, entonces le dije: ‘no, ya déjamelas de este tamaño y me gustaron pero ahora ya quiero más chiquitas”.

Ahora que Paola es talla 34 D, ya no volverá a operarse, pues hizo una promesa a su madre cuando falleció, “hice una promesa en las cenizas de mi mamá que ya nunca me iba a operar”, concluyó.