Patricio Levy, de 53 años, el hijo menor de Talina Fernández, de 77, nos platicó sobre el noviazgo que vive La Dama del Buen Decir al lado del señor José Fernández, de 80, con quien lleva cuatro meses de romance.

Además, nos reveló algunos detalles de la relación de su mamá y se mostró feliz de que haya encontrado el amor:

-Pato, ¿cómo ves a tu mamá tan enamorada?
“Feliz, José tiene 80 años y mi mamá tiene 77. José es un ser de bien y educado, dice ‘con permiso’ y ‘buenas tardes’ y estudió en una buena escuela, es un güey poca ma%&$ y hace muy feliz a mi mamá. Para mí, que soy el hijo menor, el que vive con ella, que desayuna, come y cena con ella, que llegue José es una salvación”.

-¿Cómo se cuidan el uno al otro?
“Por ejemplo, el otro día José se tropezó y se puso un mad$%&# en la orilla de la cama, tenía el ojo morado como si le hubiera pegado Kahwagi, y otro día mi mamá se fue de nalgas, se cayó porque no tiene fuerza en las piernas y José no la detuvo, pero evitó que se pegara con un muro en la cabeza. Ya sabes que partir de los 75 cualquier golpecito puede complicarse, entonces, que esté acompañada y que esté con él a mí me encanta y a ella le fascina”.

-¿Qué dice ella de esta relación?
“A ella le gusta tanto que en el programa que tenemos, Blah, blah, blah, mi mamá empieza a contar las bondades de José como amante”.

-¿De verdad?
“Sí, lo cuenta a todo volumen y dice: ‘N’hombre, me encontró el punto G’ y yo pensando: ‘¡guácala, no andes contando eso! Qué gusto que a tu edad tengas sexo y orgasmos, pero lo último que quiero saber es en cuántas lamidas te encontraron el punto G’, pero me encanta que ella esté contenta”.

-¿Qué es lo que tiene José que no nada más a ella la tiene contenta, sino a ti como hijo?
“Mira, él no es el millonario con el avión privado que te invita a su yate o te lleva a pasear por las islas griegas. Es un señor de 80 años que chambea con su hijo, pero que si ve que hace falta pagar la luz, saca la chequera y paga la luz de la casa donde él no vive; si hace falta algo del súper, José dice: ‘¿Cuánto es?’ y lo paga”.

-Se preocupa por tu mami...
“Es un güey que se mocha, la atiende, la procura y que escucha la repetición de la historia del tío Procopio que hemos escuchado 150 mil veces”.

-Vimos que José le entregó un anillo de promesa de amor, ¿piensan casarse o vivir juntos?
“Mira, José vive en un departamento que renta en Las Lomas, dice mi mamá: ‘Es que quiere ver si renta la casa de junto y se viene a vivir más cerca’ y yo: ‘Mejor que se venga a vivir aquí, a la casa, en tu cuarto, contigo, y los 20 mil pesos que paga de renta que los ponga en el súper, la luz y el gas’”.

-¿De verdad lo aceptarías?
“Sí. Mi mamá a su edad y yo a la mía (53) nos la estamos viendo negras con la pandemia en cuestión económica, entonces, todo suma”.

-Y así se hacen compañía...
“Exacto, pero ninguno de los dos quiere dar ese paso de vivir juntos, pero ya los estoy convenciendo”.

-¿Por qué?, ¿qué les dices? ¿Sí ves probable que lo hagan?
“Pues les digo que en vez de rentar una casa que se venga para acá. Por ahora están muy felices viéndose los fines de semana, de repente mi mamá manda al chofer por José el martes para que se quede para el miércoles, luego el jueves regresa y así le van aumentando, pero no se deciden”, finalizó.