Rosita Pelayo usó un remedio para prevenir la Covid-19, pero le cayó mal

Aunque las autoridades de salud de nuestro país y del resto del mundo han reiterado que el uso de Dióxido de cloro para evitar contagios o recuperarse de la Covid-19, es totalmente falso, muchas personas aún han pensado que éste sería un buen remedio y lo han utilizado con la esperanza de mantenerse sanos.

Rosita Pelayo lucha contra la parestesia y la artritis reumatoide

Y es el caso de Rosita Pelayo, de 61 años, quien en una reciente entrevista confesó que ingirió esta sustancia por recomendación de varias personas, y no sólo para evitar la Covid-19, sino para sanar su artritis, pero que tras la primera toma, su cuerpo reaccionó de la peor manera.

“No sabe a nada (el Dióxido de cloro), yo ya lo probé pero a mi no me cayó bien. Se dice y se cuenta que no todo el mundo puede tomarlo, es peligroso. La primera vez que me lo tomé, se me bajó la presión, me puse medio ‘locochona’ y creí que me les iba”, aseguró.

La actriz contó que le tenía mucha fe, pues buscaba disminuir los síntomas de la artritis que padece, pero que no lo volverá a ingerir, pues con la experiencia tuvo más que suficiente: “Hay gente que sí se han sentido mejor, cuentan. El fulano que lo inventó tenía artritis y tocaba el piano, lo inventó y que se cura. Mucha gente me dijo que lo tomara y lo hice, pero ya no más”.

Junto a Rosita se encontraba su amiga Niurka, de 52, quien con el humor que la caracteriza, no dudó en expresarle su opinión: “Yo amargo nada en mi vida, eso no, nunca lo tomaría; eso es un veneno. Lo echas en la alfombra y queda bien blanca, imagínate en tu cuerpo... ¡estás bien loca!”

Por otra parte, la vedette aprovechó para burlarse de Lorena Herrera, de 53, quien hace unas semanas dio a conocer que ella, sus amigos y familiares sí utilizaban esta sustancia para prevenir la enfermedad: "¿Cómo te vas a echar cloro en el cuerpo? Seguramente te quieres blanquear el c%#$, si no es la entrada, es la salida”.

Recordemos que esta sustancia ya fue prohibida por las autoridades de salud de casi todos los países, y la misma Organización Mundial de la Salud, pues no existe ninguna evidencia científica de que sea efectiva contra la Covid-19. Quienes lo han tomado han presentado perforaciones gastrointestinales, intoxicación, náuseas, vómitos, diarrea, y deshidratación severa.

Rosita Pelayo estuvo a punto de perder la vida en el quirófano

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