El hermano de Edith González, comparte cómo ha sido el tiempo sin ella

En días pasados, en la CDMX se llevó a cabo un emotivo homenaje en memoria de la querida Edith González (qepd), donde familiares, amigos y fans se dieron cita para reconocer su activismo en favor de concientizar sobre el cáncer de mama y ovarios. Ahí pudimos platicar con Víctor Manuel González, de 65 años, su hermano, quien nos contó cómo es la relación con su sobrina y de qué manera administra la herencia de la actriz:

“Con entereza, todos la extrañamos mucho, pero con este tipo de eventos la sentimos cerca de nosotros, ella estuvo luchando desde su trinchera para que se destinara dinero para la investigación contra el cáncer de mama, ella tenía muchos planes para ayudar a las mujeres que estaban enfermas con esta ‘bestia’, como lo llamaba ella”.

“Claro, a través de sus enseñanzas, de sus fotografías, de su trabajo y de sus fans”.

“Primero fue una soledad inexplicable, pero poco a poco me fui integrando y pensando en mi hija y mi sobrina, pues debemos conservar el amor y la unión; ese fue el legado que mi padre nos dejó”.

“Por supuesto, nos visitamos frecuentemente y tenemos una comunicación muy estrecha, como si estuviera mi hermana. Siempre fuimos muy unidos”.

“Está bien, cuando estamos juntos recordamos a su mamá con alegría y a través de anécdotas de cuando nos íbamos de viaje o cuando vivimos en Miami. Pasamos muchas vivencias juntos, y cuando tocamos el tema, no lo hacemos de forma fúnebre o con tristeza, al contrario, contamos cosas alegres, pues así era mi hermana, siempre alegre”.

“Le encanta la música y está preparándose, pero no creo que quiera seguir los pasos de su mamá en la actuación, más bien está enfocada en sus estudios, aunque está en la edad de cambiar las cosas. Ella es una joven inteligente y centrada”.

“Dejo varios, pero el más importante es una fundación que iniciará el próximo año, cuando baje la COVID; mi sobrina y mi hija estarán al frente de ella. Estamos trabajando en todos los detalles para poder abrirla y esperaremos a que mi sobrina sea mayor de edad para que tome sus propias decisiones”.

“Es para apoyar a todas las mujeres que tienen cáncer de ovario y ayudar en la prevención de esta enfermedad para que nadie pierda la batalla”.

“Así es, mi hermana era una mujer muy inteligente que dejó todo muy bien arreglado y estipulado. A mí me dejó como albacea de todos sus bienes y a su hija la dejó muy bien respaldada, ya que su padre funge como su tutor”.

“Por supuesto, todo está en orden, no hay problemas con nada, ni si quiera un rasguño entre ambas partes, sobre todo, por el bienestar de mi sobrina; afortunadamente, todo va como Edith lo quería, con el amor y razonamiento por delante”, finalizó.