Dietas para bajar de peso: ¿Por qué no te funcionan?
Esta martes de TVNotas en la sección de 'TVtips' te explicamos por qué las dietas tradicionales suelen fallar y qué puedes hacer al respecto.

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Seguramente conoces a alguien, o tú mismo, que ha experimentado esto: Sigue una dieta estricta y pierde algo de peso, pero poco después lo recupera... ¡o incluso gana más!
Esta frustración es común, y se debe a varios factores. A continuación, te explico por qué las dietas tradicionales suelen fallar y qué podemos hacer al respecto.
1 ¿Cuáles son las trampas de las dietas restrictivas?
Las dietas que reducen drásticamente las calorías o eliminan grupos enteros de alimentos (como carbohidratos o grasas) suelen dar resultados rápidos al principio. Pero, ¿por qué no duran?
El cuerpo se adapta: Cuando comes menos, el cuerpo entra en “modo ahorro”. Reduce el metabolismo para conservar energía y quema menos calorías. Además, disminuye la hormona leptina, que controla el hambre y el metabolismo, lo que te deja con más hambre y menos energía.
Efecto rebote: Una vez que terminas la dieta, el metabolismo sigue lento, pero el apetito aumenta. Esto hace que sea fácil recuperar el peso y, a menudo, ganar más del que perdiste. Es el famoso ciclo de “dietas yoyo”.
Obsesión con la comida: Las dietas estrictas te hacen pensar constantemente en lo que no puedes comer, y cuando finalmente te permites algo “prohibido”, es fácil caer en atracones o descontrol.
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2 Las grasa viceral: ¿Por qué es tan difícil perderla?
La grasa visceral es la que se acumula alrededor de los órganos en la zona del abdomen. Es peligrosa porque está relacionada con enfermedades como la diabetes y con problemas cardíacos.
¿Por qué es tan difícil perder esta grasa?
Resistencia a la insulina: La grasa visceral empeora la capacidad del cuerpo para procesar los carbohidratos. Esto provoca que se almacene más grasa, en lugar de quemarla.
Hormonas del estrés: El cortisol, la hormona del estrés, estimula el almacenamiento de grasa visceral. Si vives con mucho estrés o duermes mal, tu cuerpo tiende a acumular más grasa en esta zona.
Inflamación: La grasa visceral produce sustancias inflamatorias que afectan negativamente tu metabolismo, lo que dificulta aún más su eliminación.
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3 ¿Por qué ganamos peso tan fácilmente?
A diferencia de los animales en la naturaleza, los humanos modernos enfrentamos varios problemas que nos hacen ganar peso fácilmente:
Abundancia de alimentos procesados: Vivimos rodeados de comida rápida, procesada y alta en calorías. Estos alimentos están diseñados para ser irresistibles, lo que nos lleva a comer más de lo necesario, aunque no tengamos hambre.
Estilo de vida sedentario: En la naturaleza, los animales están en constante movimiento buscando comida. Nosotros, en cambio, pasamos mucho tiempo sentados, ya sea en el trabajo o en casa, lo que facilita el aumento de peso.
Adaptación evolutiva: Nuestros antepasados necesitaban almacenar grasa para sobrevivir en tiempos de escasez. Actualmente, esa habilidad se convierte en un problema, ya que vivimos rodeados de comida, pero con pocas oportunidades para quemarla.
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4 ¿Qué cambios necesitamos hacer para bajar de peso?
Para dejar de lado las dietas y construir una relación más saludable con la comida y nuestro cuerpo, necesitamos hacer cambios más sostenibles:
Crea hábitos, no sigas dietas: En lugar de enfocarte en dietas pasajeras, forma hábitos que puedas mantener a largo plazo. Aprende a disfrutar una variedad de alimentos nutritivos y escucha a tu cuerpo para comer cuando tengas hambre y parar cuando estés lleno.
Alimentación consciente: Come de forma atenta, sin distracciones. Disfruta cada bocado y sintoniza con las señales de tu cuerpo. Comer debería ser una respuesta a lo que tu cuerpo necesita, no a reglas estrictas.
Controla el estrés y mejora el sueño: El estrés y la falta de sueño afectan tus esfuerzos por bajar de peso. Prueba técnicas de relajación como la meditación y asegúrate de dormir lo suficiente para ayudar a tu cuerpo a regular mejor su metabolismo.
Muévete más: No se trata solo de hacer ejercicio, sino de moverte más a lo largo del día. Camina, sube escaleras, haz algo de ejercicio de fuerza para mantener tu masa muscular, lo que también ayuda a quemar más calorías.
La mentalidad es clave para bajar de peso
Uno de los mayores obstáculos es la expectativa de resultados rápidos. Entiende que la pérdida de peso no es un proceso lineal ni instantáneo. Aceptar el ritmo de tu cuerpo y adoptar una actitud de autocuidado en lugar de castigarte es crucial. Esto no solo mejorará tu relación con la comida, sino también con tu propio cuerpo.
Conclusión: ¿Las dietas funcionan?
Las dietas no funcionan porque no están diseñadas para tener en cuenta la complejidad de nuestro cuerpo y mente. Para perder peso de manera saludable y mantenerlo, es fundamental abandonar la mentalidad de “dieta rápida” y adoptar un enfoque más equilibrado que incluya hábitos sostenibles, manejo del estrés y una actitud más compasiva hacia uno mismo.
Ensalada de calabaza asada con garbanzos crujientes y col risada
Esta ensalada es rica en fibra, proteínas vegetales, vitaminas y grasas saludables. Perfecta para quienes buscan una opción diferente y nutritiva, sin recurrir a los ingredientes más típicos de las recetas saludables.
Ingredientes: (para 2 porciones)
- 1/2 calabaza de castilla pequeña, pelada y cortada en cubos
- 1 taza de garbanzos cocidos (pueden ser de lata, enjuagados y escurridos)
- 2 tazas de col rizada (kale), lavada y picada en trozos 1/4 de cebolla morada en tiras finas
- 1/4 taza de nueces o almendras laminadas
- 1 cucharada de tahini o yogur griego
- 1 cucharadita de pimentón ahumado o comino
- 2 cucharadas de aceite de oliva Jugo de 1/2 limón
- Sal y pimienta al gusto
- Semillas de ajonjolí (opcional, para decorar)
Instrucciones:
1 Precalienta el horno a 200°C. En una bandeja para hornear, coloca los cubos de calabaza, añade 1 cucharada de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Hornea durante unos 25-30 minutos, volteando a la mitad del tiempo, hasta que estén dorados y tiernos.
2 Enjuaga los garbanzos y sécalos bien con un papel de cocina. Colócalos en otra bandeja de horno, agrega 1 cucharada de aceite de oliva, pimentón ahumado (o comino) y sal. Mezcla bien para que se impregnen y hornea durante 20-25 minutos o hasta que estén crujientes, revolviendo una vez durante la cocción.
3 Mientras la calabaza y los garbanzos se cocinan, coloca la col rizada en un bol grande. Añade una pizca de sal y el jugo de limón. Masajea la col con las manos durante 1-2 minutos hasta que se ablande y tenga una textura más suave. Esto ayuda a mejorar su sabor y textura.
4 En un tazón pequeño, mezcla el tahini (o yogur griego), un chorrito de jugo de limón, una pizca de sal y pimienta, y un poco de agua para diluir hasta que consigas una consistencia cremosa. Ajusta los condimentos a tu gusto.
Sigue estos consejos para una alimentación consciente
• Variedad de texturas y sabores: Esta receta juega con texturas crujientes (garbanzos y nueces) y cremosas (calabaza y aderezo), lo que te permite disfrutar cada bocado de manera plena.
•Tómate tu tiempo: Come despacio y saborea lo único del pimentón ahumado, el limón y el tahini.
•Flexibilidad: Si quieres variar la receta, puedes cambiar la calabaza por zanahorias o camote asado, y los garbanzos por lentejas crujientes o incluso tofu al horno.
¿Cómo hacer un smoothie de aguacate, mango yalbahaca con leche de coco?
Este smoothie es cremoso, refrescante y lleno de grasas saludables, antioxidantes y fibra. La albahaca le da un toque aromático, que lo convierte en una opción diferente y deliciosa para cualquier momento del día.
Ingredientes (para 1 porción grande o 2 porciones pequeñas)
- 1/2 aguacate maduro
- 1/2 taza de mango congelado (si no tienes congelado, puedes usar fresco y añadir hielo)
- 1 taza de leche de coco (puede ser otra leche vegetal si prefieres)
- 1 puñado de hojas frescas de albahaca (alrededor de 6-8 hojas)
- 1 cucharadita de semillas de chía
- 1 cucharadita de miel (opcional, si lo prefieres más dulce)
- Jugo de 1/2 limón Hielo
Instrucciones
1 En una licuadora, añade el aguacate, el mango, la leche de coco, las hojas de albahaca, las semillas de chía, el jugo de limón y la miel (si la estás usando).
2 Procesa los ingredientes a velocidad alta hasta que el smoothie tenga una textura cremosa y homogénea. Si lo prefieres más frío, añade hielo y licúa nuevamente.
3 Si te gusta más dulce, agrega un poco más de miel o agave. Si está muy espeso, añade más leche de coco hasta alcanzar la consistencia deseada.
4 Sirve en un vaso, decora con unas hojas de albahaca o unas semillas de chía.
¿POR QUÉ ESTE SMOOTHIE ES ÚNICO?
•Aguacate: Aporta una cremosidad inigualable y está lleno de grasas saludables que te sacian por más tiempo. Además, es una excelente fuente de vitamina E y antioxidantes. Y te digo un secreto: No sabe a aguacate pues se mezcla de manera extraordinaria.