¿Si me embarazo tengo que dar a mi peludo en adopción?

Beneficios de tener un perro durante el embarazo:

• Compañía y apoyo emocional: Los perros pueden brindar gran apoyo emocional a las mujeres embarazadas. Especialmente en los momentos difíciles o de soledad.
• Mayor actividad física: Los peludos necesitan paseos y ejercicio regular, lo que anima a las mamás a mantenerse activas. La actividad física durante el embarazo ayuda a reducir el riesgo de diabetes gestacional, mejora el estado de ánimo y aumenta los niveles de energía.
• Reducción del estrés: Se ha demostrado que interactuar con perros reduce los niveles de cortisol, hormona del estrés.

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Beneficios de tener un perro después del parto:

• Socialización del bebé: Los perros ayudan a socializar al bebé exponiéndolo a diferentes estimulos y enseñándole a interactuar con otros.
• Enseñanza de responsabilidad al bebé: A medida que el bebé crece, puede aprender a cuidar del perro. Esto le enseñará responsabilidades y empatía.
• Compañía para el bebé: Pueden ser excelentes compañeros de juegos para los bebés. Ofrecen una presencia divertida y cariñosa que puede ayudar a estimular el desarrollo del bebé.

Consejos para tener un perro durante el embarazo y después del parto:

• Habla con tu médico: Él puede darte consejos sobre cómo mantenerte segura y saludable igual que a tu bebé.
• Mantenio al día con sus vacunas: Es importante asegurarse de que tenga todas sus vacunas para protegerlo a él y a tu bebé de enfermedades.
• Lava tus manos con frecuencia: Siempre hazlo después de interactuar con tu perro, especialmente antes de comer o tocar a tu bebé.
• Limpia el área en la que habita tu peludo con regularidad para eliminar la suciedad y las bacterias.
• Supervisa las interacciones entre tu perro y tu bebé: Asegurarte de que se comporten de manera segura. Lo más importante es que conozcas bien a tu peludo y sepas cómo se porta. No dejes al bebé con el perro sin supervisión.
• Progresión: Los peludos se adaptan fácilmente a los cambios. Pero, para evitar estrés y celos que pueden llevar a actitudes agresivas, los cambios deben hacerse de manera progresiva.

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¿Cómo presentar a tu mascota con tu bebé?

1. Visita al veterinario: Es necesario revisar la salud de tu perro para asegurarte de que no tenga pulgas o garrapatas.
2. Anticipa los cambios: Prepara a tu peludo semanas antes de que llegue el bebé. Por ejemplo, si dormía contigo y ya no lo va a hacer, es mejor que deje de dormir en tu recámara semanas antes, para que no asocie la llegada del bebé con su pérdida de privilegios.
3. No descuides rutinas: Mientras mamá y el bebé están en el hospital es importante que otro miembro de la familia mantenga la rutina de sacarlo, alimentarlo, etc.
4. Presenta al bebé indirectamente: Leva algo del bebe, como un pañal o cobijita con su olor, y dáselo a tu peludo mientras lo recompensas con algo que le guste mucho como premios o cariños. Que asocie el olor del bebé con una experiencia positiva.
5. El regreso a casa: Cuando mamá y el bebé regresan a casa es recomendable que el perro no se encuentre, sino que otro miembro de la familia lo saque a pasear. Cuando regrese de su paseo no lo lleven inmediatamente con el bebé, sino a otro espacio donde puede tener sus juguetes, para que haga algo que le gusta.
6. Primer contacto: Es importante hacerlo con correa para poder tener el control. Si se muestra calmado, recompénsalo con premios. Si presenta miedo o agresividad, contacta a un experto. Los tiempos de contacto deben empezar por ser breves e incrementarse paulatinamente.
7. Llanto del bebé: Cuando el bebé llore será un buen momento para darle un premio a tu peludo para que no asocie el llanto con algo negativo o estresante.
8. Ten cuidado: Los peludos pueden tener la mejor intención de convivencia, pero pueden llegar a hacer daño. Por ejemplo, suben sus patas a la cuna y la voltean o le lamen la cara y, sin querer, tumban al bebé cuando empieza a caminar.
9. Evita los celos: Son más frecuentes de lo que podemos imaginar. La solución es que asocie que siempre que está el bebé pasan cosas buenas, en lugar de que desde su llegada nadie le hace caso.
   Es importante también educar al bebé para que trate al peludo con amor y respeto. No es un juguete. No es un caballito y debe ser tratado con cuidado.

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