Erick Farjeat quiere curar el autismo de su hija ¡con dióxido de cloro!

Erick Farjeat, de 44 años, ex de Sabrina Sabrok, de 45, nos confesó que a su hija Metztli, de 10, le está dando un tratamiento especial basado en el suministro de dióxido de cloro para ayudarla con su condición de autismo.

Además, aseguró que está contento con los avances que ha visto en la pequeña, pues poco a poco ha aprendido a hacer cosas por su cuenta y a comunicarse:

-¿Cómo está tu hija Metztli?

“Bien, aunque por la pandemia, el centro donde atendíamos su autismo ha estado cerrado, sigue yendo a sus consultas de paidopsiquiatría y psicológicas, y va avanzando muy bien con su aprendizaje. También me he apoyado de terapias alternativas, y sigue con las artes marciales mixtas, que le ayudan mucho”.

-Qué bueno que pueda con sus terapias...

“Además de autismo, tiene déficit de atención, pero ahorita ya entiende más las instrucciones y hasta trata de comunicarse; también realiza todos sus ejercicios sola, ¡se ha desenvuelto más!”.

-¿Ya puede decir algunas palabras?

“No, pero sí intenta expresar lo que quiere; con los tratamientos alternativos que toma, espero que vaya aprendiendo a hablar; llevamos siete meses de un tratamiento que dura año y medio, y va muy bien”.

-¿A qué tratamiento alternativo te refieres?

“Es un tratamiento muy polémico porque es a base de dióxido de cloro y mucha gente se ha encargado de desprestigiarlo, sin embargo, tiene muchos beneficios para la salud”.

-¿En serio?

“Según sé, desarrollaron este compuesto para combatir el cáncer y conozco a personas que al consumirlo, sí se han curado de esta enfermedad. Para el autismo, el tratamiento se toma por año y medio, y la gran mayoría de los niños empiezan a hablar a la mitad del proceso; yo lo consumo para prevenir la COVID y no he tenido todavía ninguna reacción secundaria”.

-¿Cómo lo toma?

“Tomamos dos mililitros de dióxido diluidos en 10 mililitros de agua, yo dos veces al día, y mi hija tres”.

-¿Es seguro?

“Lo que pasa que hay tres tipos de dióxido: el de uso industrial, el de uso veterinario y el de nosotros, que es de grado alimenticio. A nosotros nos lo suministra una persona certificada para no ponernos en riesgo”.

-¿Cómo ayuda con el autismo?

“Libera todas las toxinas y metales pesados que se encuentran en el organismo y que le provocan esta condición. Metztli también está tomando extracto de mar, que es agua de mar de las profundidades, que es más pura y contiene minerales benéficos para la salud; éste le ayuda a regenerar sus neuronas”.

-Pero también toma medicamentos, ¿no?

“Sí, toma el medicamento que le dieron en la Clínica de Salud Mental, que la ayuda a dormir. Afortunadamente hemos tenido muy buenos resultados con todo lo que toma”.

-¿Que resultados has visto?

“Tiene mayor concentración, más movilidad por sí sola, atiende mejor las indicaciones, hace más por comunicarse, se da entender mucho más y poco a poco se irá haciendo más independiente”.

-¿Cómo te enteraste de este tratamiento?

“Comencé a ver que hablaban mucho de él en las redes y me di a la tarea de investigar más; después, una amiga me habló del terapeuta con el que vamos, que ha salvado a muchas personas, y él se lo recetó a mi hija. Primero lo tomé yo para comprobar que no le causaría daño a ella”.

-¿Con esto la preparas para cuando tú ya no puedas estar con ella?

“De cierta forma sí, pues no sabemos cómo se vayan a poner las cosas en el futuro. Estoy enfocado en asegurarle su futuro económicamente, ya que de todo lo que gano, el 90 por ciento es para ella; si yo llegara a morir, necesito dejarla bien en ese aspecto. Le enseño a tener desapego emocional, porque de un momento a otro ya no me va a ver si pasa algo y debe aprender a que es una realidad”.

-¿Se iría con su mamá en dado caso?

“No, no, no, para nada; de hecho, prefiero que no tenga ningún contacto con Sabrina porque se le cruzan los cables y le puede hacer algo a la niña; es mejor así de lejitos”.

-¿En este tiempo se ha comunicado contigo para saber algo de la niña?

“No me ha marcado para nada, y mejor; la niña tiene más de seis años que no la ve. Hace como mes y medio o dos me depositó algo y sólo le dije: ‘Ok, deposita lo que quieras para la niña’”, finalizó.