Luz Elena González revela las secuelas de Covid-19 que padece

Sabíamos que la guapa Luz Elena González, de 46, ha tenido que lidiar con problemas de salud en el último año y medio, pero lo que desconocíamos es que el Covid-19 y una infección por comer pescado crudo no han sido los únicos males que la han aquejado. Es la misma actriz quien nos revela el viacrucis que ha vivido:

“Estoy echándole ganas al ejercicio, pues el cuerpo va cambiando después de tener hijos. Pero seré honesta, cada año es más difícil, el metabolismo se va alentando y encima el COVID cambió todo”.

“Como saben, en la Navidad de 2020 enfermé de COVID-19, al igual que toda mi familia. Gracias a Dios nos curamos, pero tres meses después de haber librado esa enfermedad, comencé a tener cambios en mi cuerpo”.

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“Al principio subía de peso, me hinchaba mucho y tenía hormigueo en las manos. El virus me afectó el sistema nervioso y tuve ataques de ansiedad, mucho cansancio y depresión; fueron tantas molestias, que me hice unos análisis clínicos”.

“Fui con el ginecólogo y con el endocrinólogo, pues pensé que era la menopausia, pero me dijeron que no, que mis hormonas estaban bien, solo estaba baja de testosterona”.

“Testosterona en gel para aplicarla dos veces a la semana. Así empecé a bajar de peso y comencé a notar cambios para bien en mi cuerpo, pero sigo en el proceso de cuidarme, pues mi cuerpo pasa por una etapa complicada por las enfermedades postCOVID”.

“También he tenido episodios de pérdida de memoria, platiqué con médicos y esto es una secuela postCOVID, los médicos lo llaman ‘COVID prolongado’, muy común, a muchas personas les pasa. Es la memoria a corto plazo, es algo horrible, de pronto no recuerdo situaciones como qué iba a hacer o dónde dejé las cosas. Me mandó vitaminas y Omega 3 y 6. Mucha gente empieza con enfermedades postCOVID, como arritmias cardiacas, hasta un año después de su contagio. Por eso es importante que los que padecimos esta enfermedad, nos hagamos estudios semestralmente”.

“La verdad es que sí, se me juntaron varias cosas, pues en marzo de 2021 me infesté de larvas por comer pescado crudo y se me calcificaron unos ganglios. Me espanté porque sentía bolitas en un seno y temí que fuera cáncer”.

“Sí, fui al ginecólogo, me hicieron estudios de todo; incluso mi suegra le habló a un oncólogo, porque ella ha padecido dos tipos de cáncer”.

“Fue algo fuerte, estaba muy preocupada; gracias a Dios me hicieron una biopsia y no eran tumores”.

“Sí, solo mi marido sabía de esta situación que me hizo vivir días de angustia”.

“El médico me explicó que esas bolitas eran calcificaciones que se generaron porque el cuerpo se defendía de los parásitos”.

“En el último año y medio viví momentos de desesperación y llanto; a veces me ponía agresiva, triste... tenía cambios bruscos de humor. He tomado medicamentos para la depresión y para mantenerme tranquila, y con la testosterona, ahí van mis niveles. Me tengo que realizar un perfil hormonal completo y tiroideo”.

“Mis hijos se burlan y dicen que como puro pasto (ríe), pero la verdad es que como de todo, pero sano; consumo mucho pescado, verduras, calabaza, chayote y caldo de pollo. Trato de comer muy sano y beber mucha agua, eso es esencial; además me cuido, porque soy intolerante al gluten (proteína incluida en las harinas)”.

“Así es, no puedo comer harinas porque con los años se va agravando este problema y puede generar cosas peores. Ya he tenido estudios de colon, porque se me inflama el intestino, me dan dolores terribles y muchos gases. En todo este tiempo he tenido que ser disciplinada por mi salud, pero gracias a Dios estoy logrando salir adelante”, finalizó.

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