“Más vale el talento, que el físico”: Michelle Rodríguez

Sonriente, auténtica, y con esa chispa que la caracteriza, Michelle Rodríguez nos abrió la puerta de su camerino, previo a presentarse en la obra ‘Chicago’. La actriz de 35 años nos contó que desde sus inicios en el medio, siempre tuvo esas ganas de salir adelante. También abrió su corazón, narrando cómo ha aceptado su aspecto físico, pues la palabra “gordita”, que antes era un insulto, ahora simplemente no le da importancia.

Pasando por su infancia, sus primeros pasos en el medio, hasta el ascenso de su carrera, de esto nos platicó la comediante:

“En la CDMX, en el barrio de Xochimilco; ahí crecí y viví toda mi infancia y juventud; es un lugar lleno de fiestas y tradiciones. Estuve muy apegada a la cultura y a la Iglesia, entonces mi infancia sí fue muy bonita. Siempre he sido una niña muy consentida, desde chiquita me llevaron a clases de actuación, de canto y de piano, y desde ese entonces supe que a esto me iba a dedicar”.

“No, mis abuelitos cantaban y tocaban varios instrumentos, pero los dos eran maestros de Geografía; mi mamá y mi papá son médicos”.

“Tengo la licenciatura en Diseño y Comunicación Visual, y posgrado en Políticas y Gestión Cultural, en la UAM, para producción de eventos teatrales”.

“Fue cuando iba en el posgrado. Por azares de la vida llegué a la escuela de ‘Artestudio’, en donde vi que había mucho talento; entonces fueron como tres años que me preparé todos los días para hacer una buena audición y fue como llegué al musical ‘Si Nos Dejan’, en 2011, que fue mi debut como actriz”.

“Me dio mucha emoción; de hecho, todavía me da como penita, pues cuando me lo piden en la calle, no me siento una estrella, ni famosa; yo sólo hago mi trabajo, eso le gusta a la gente, y yo encantada”.

“Sí, honestamente, al principio no me la creía mucho; la verdad es que es magia. Todo lo que me ha pasado ha sido un sueño increíble, que obvio lo he trabajado mucho y lo deseaba enormemente, pero jamás pensé que sucedería tan pronto; sin embargo, mi máximo sueño es llegar a producir una obra”.

“Es algo que me sorprendió bastante, pues no es la protagónica ni nada que ver, pero ‘Toña’ es un personaje que no le tiene miedo a nada y creo que se identificó mucho con la gente”.

“Creo que vale más mi talento que mi físico, y eso está bien padre. Hay que dar apertura, debe de existir para personas como yo, porque no nos damos cuenta de todo lo que genera un rechazo, son cosas que de pronto nos hacen irnos para abajo”.

“Nunca, y es chistoso, porque creo que la que se creó el problema de ‘yo soy gorda’, fui yo misma, pues nunca me lo han dicho; pero siendo honesta, si me lo dijeran, no me afectaría. Desde siempre he sido gordita, entonces una va construyendo sus propias barreras. Por fortuna, con el tiempo aprendí a quitarme esos miedos y a aceptarme como soy”.

“Obvio no, estuve también en la etapa de querer bajar de peso, pero aprendí que uno de los errores más grandes es hacer caso a lo que te dice la gente; el problema no es si uno está gordo o flaco, sino todo lo que se genera alrededor. Tristemente, el bullying mata. Dejemos a un lado los estereotipos; dejemos a un lado el juzgar. Sé que a muchas personas no les resultaré atractiva, pero también hay a quienes les guste así como soy”.

“Sí, estoy muy feliz y emocionada; me encanta este musical y ponerle un poco de mi esencia es mi mayor reto. Ver el trabajo de mis compañeros es impresionante, pues le están echando muchas ganas y de verdad se me pone la piel chinita”.

“Sí, me emociona trabajar con personas como María León, Pedro Moreno o Bibi Gaytán, a quien admiraba desde chiquita, pues la veía en Timbiriche, y tenerla a mi lado y considerarla mi amiga, me hace muy feliz”.

“Me encantaría seguir trabajando en lo que amo; generando mis propios proyectos; cantando, actuando y contando otro tipo de historias, pues me gustaría que haya oportunidad de generar experiencias diferentes a las que estamos acostumbrados”.

“Sí, me gustaría casarme, aunque sé que es una decisión importante. Pese a que vengo de padres divorciados, mi mamá y mi papá Fer (el esposo de su mamá) me han enseñado muchas cosas del amor en pareja; y mi papá de sangre también es muy feliz con su familia, y llevo una buena relación con él. Y de los hijos, sí me llama la atención y sé que mis padres serían felices”.

“Que me entienda; quisiera alguien a quien pudiera admirar mucho, que me haga reír, que sepa bailar; que sepa quién es, dónde está parado y con quién va a estar parado; que no se complique, que quiera hacer equipo”, finalizó.