Mauricio Herrera y sus secretos para afrontar la tercera edad

Mauricio Herrera cumple 87 años el próximo 26 de marzo y vive para contarla. El año pasado, enfermó de Covid-19 y afortunadamente salió adelante. Aunque ha tenido secuelas, como la mayoría, fue su buena alimentación, su sentido del humor y su actitud lo que le permitió ganarle la batalla al virus que le ha quitado la vida a millones en el mundo. El actor se restableció en julio del año pasado.

El médico le dijo que había quedado inmune por un tiempo, pero sigue cuidándose y no sale de casa… aunque se contagió en su propio domicilio y nunca supo ni cómo.

“No, mi papá murió de 64 (años) y mi mamá de 67, para esa época ya eran grandes. Yo creo que mi genética es que me he cuidado. Escribí un libro: ‘Sé grande, no viejo’. Con la información que he recopilado a lo largo de años, he podido dar mis conferencias. Es un libro de 200 páginas que te dice cómo te debes de cuidar para llegar a los 86 años”.

“Desde joven. A los 28 años empiezas a perder las hormonas, entonces hay que suplirlas con nutrientes naturales o medicinales”.

“De experiencias personales y con un chorro de médicos. Medicina alternativa”

“Sí, soy un campeón sin corona-virus. Pero sí me afectó la audición, el aparato digestivo un poquito, me creó problemitas, me pusieron muchísima cortisona para salvarme. La dexometasona es cortisona, es un desinflamante, pero te crea problemas y después para acabar con ella pasa mucho tiempo para que la elimines”.

“Siempre tomo mucha agua, no en exceso, la que tu cuerpo te requiere, no de que dos litros a fuerza; si no tienes sed, no la necesitas; al cuerpo lo que pida. Hay que hacerle caso al cuerpo, enfermedad que no te molesta, no la molestes”.

“Yo tomo muchos suplementos, lo dice mi libro. La actitud que debes tener en la vida, cómo controlar el estrés”.

“El cortisol y te da los radicales libres y los radicales libres te provocan las enfermedades autoinmunes como el cáncer, la diabetes y un chorro de enfermedades, entonces hay que tratar de llevar una vida tranquila, respirar bien. Yo tenía una diabetes muy bajita, se me subió, pero ya la estoy controlando. Estoy tomando medicamentos”.

“No, nunca lo pensé”.

“Que la vida en algún momento tiene un término, lógico; es como una rama de un árbol, en algún momento termina, unas ramas son muy largas, otras muy cortas. Yo digo que la vida es como subirse a un camión, en ese camión va mucha gente, y mucha gente se va a ir bajando, se va muriendo, vas conociendo gente y en una de esas el que se baja eres tú, la vida es eso; entonces mientras vas en el camión trata de ser feliz”.

“No, me da miedo que me empujen”.