A principios de 2022, Ofelia Cano, de 63 años, decidió romper el silencio y revelar que fue víctima de fraude de su expareja, el empresario Raúl Alvarado. A medio año de esta denuncia, la actriz por fin podrá demandarlo en Estados Unidos, gracias a unos abogados que la han asesorado para que pueda ganar el caso y que no le cobrarán, en medio de la difícil situación económica que ha vivido:

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-Ofelia, ¿cómo va la situación de la estafa que sufriste?
“Gracias a Dios, hay una luz en el camino; ya tengo abogados en Estados Unidos que vieron mi caso y me dijeron que allá era más fácil que procediera y que tenía todas las de ganar. La demanda ya está lista”.

-En enero denunciaste el fraude ante los medios, ¿por qué no lo habías hecho ante la ley?
“Porque confiaba que al exhibir públicamente a este sujeto que fue mi pareja y me estafó, habría alguna reacción positiva de él, pero para nada; además, salen muy caro los abogados y yo no estaba en condiciones, y más porque los abogados de México me dijeron que sería más difícil proceder contra él desde aquí, entonces fue recomendación suya demandar allá”.

-¿Por qué?
“Lo que pasa es que él vive en Estados Unidos y acá en México no tiene propiedades, por lo que no le podían hacer embargos precautorios; además de que yo le hice el depósito de lo que me estafó a su banco estadounidense y entonces me indicaban que el delito tenía más validez allá, y acá iba a ser muy complicado y engorroso cobrarle, porque todo lo tiene el señor allá”.

-Cuéntanos cómo se dio este fraude...
“En 2007 inicié una relación con él, en 2016 yo vendí mi gran patrimonio, una casa que tenía en el Pedregal, lo hice por necesidad, y me dieron 7 millones y medio de pesos, y él me pidió ese dinero prestado. Acepté porque confié mucho en él y además era un préstamo con intereses, y como el primer año cumplió muy bien, se lo presté otro año. Pasando ese tiempo, le pido mi dinero porque tenía un proyecto de inversión en Mazatlán, y comienzan los peros y mi calvario”.

-Te las has visto negras…
“Caí en una profunda depresión, me sentía muy mal conmigo, con mis hijos, era una situación muy vergonzosa, pero ahora este señor ¡me paga porque me paga!”

-¿Cómo lo conociste?
“En un evento en Los Ángeles al que me invitó Dulce. Este señor estaba de patrocinador, me contó que estaba casado, pero que tenía problemas en su matrimonio y que ya se iba a divorciar, y caí. Solo me robó y nunca se separó ese estúpido señor, caprichoso y egoísta, que no le importa dañar a los demás”.

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-¿Y te engañó con Mariana Ríos?
“Parece que sí, la diferencia conmigo es que yo no creo que Mariana haya soltado dinero, sino que a ella le soltaron; todo parece indicar que usó mi dinero para conquistarla”.

-¿Has intentado hablar con Mariana?
“Sí, para ver si ella puede ayudarme, pero no la he localizado; incluso, una vez me escribió una supuesta amiga de la esposa de él que me pedía dejar todo por la paz o que me iban a desprestigiar diciendo que anduve con un casado, y creo que era Mariana; no me consta, pero es una suposición”.

-Con este señor Raúl Alvarado, ¿recuerdas cuándo fue la última vez que pudiste hablar?
“En 2018 me llamó muy borracho riéndose de mí y diciéndome que dejara de quemarlo con nuestros amigos en común, porque yo ya lo había empezado a platicar con ellos”.

-¿Ha estafado a más personas?
“Sí, supe de una señora de la tercera edad en Estados Unidos, le pidió un préstamo y al momento del pago, no devolvió nada”.

-Ofelia, sabemos que te apenó dar a conocer esto…
“Sí, pero yo ya no dormía, tenía mis nervios muy mal y Dulce me dijo: ‘Escúpelo, comadre’, y lo hice. Lo pensé mucho también porque te da miedo que este tipo tenga quien le ayude por el lado negativo, te dan miedo las represalias”.

-Y por fin lo hiciste...
“Sí, y he recibido muchas críticas, me dicen: ‘vieja pe$%&#$’, y que ahora resulta que me quejo, cuando andaba con un casado”.

-Sabemos que la has pasado mal económicamente…
“Me dejó en la ruina, ha sido muy difícil, pero soy una mujer que no se rinde, he vendido comida y muchas de mis cosas”.

-Platícanos de eso…
“Con la pandemia me entró la angustia, cerré mi escuela de actuación en Guadalajara, vivía al día y empecé a vender desayunos; también hacía a domicilio pescado en escabeche y no me da pena decirlo, al contrario, te enseña a ser más humilde”.

-¿Tuviste que despojarte de cosas?
“Sí, vendí cubrebocas, caretas; y he rifado relojes míos, joyas, cuadros, que yo decía: ‘esto me da para un mes de vida’, y Dios ha ido abriendo caminos”.

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-Tampoco ha sido fácil en cuanto a tu carrera…
“Nunca me he retirado, lo que pasa es que no me daban trabajo; pero durante la pandemia hice unos capítulos de La rosa de Guadalupe, y luego en Como dice el dicho. Es mi regreso a la tele y ahora tengo la esperanza de que me llamen más”.

-¿Cómo vas a pagar a los abogados?
“Dios me mandó abogados muy conscientes, que saben de mi situación y no me cobrarán hasta obtener buenos resultados. Todo pinta a que podré recuperar mi dinero y no será solo la cantidad original, sino que ya hay intereses caídos, la deuda se ha triplicado y ya está en alrededor de 21 millones de pesos”, finalizó.