Omar Chaparro revela por qué renunció a su exclusividad en Televisa

El conductor y comediante contó que tomó la decisión cuando tuvo una grabación del programa ‘Sabadazo’, “es bueno saber qué es lo que quieres hacer pero también a veces es muy bueno saber qué es lo que no quieres hacer, y yo me acuerdo que acababa de cumplir 40 años y me volteé a ver al espejo en el camerino y estaba disfrazado de Caperucita Roja con una peluca, dije está bien, hay mucha gente que trabaja y vive de este programa y da rating, etc, pero dije, ‘quiero algo más, quiero desafiarme’, quiero hacer otros personajes”, dijo.

En ese momento, terminó de trabajar y le propuso a su esposa irse a vivir a otro país, “ahí fue donde tomé la decisión de irnos a Los Ángeles… a veces me caigo gordo porque como dices, ‘estaba muy bien’ cuando tomo la decisión de irnos a Los Ángeles en 2016, hace 5 años, le dije a mi esposa, ‘vámonos a Los Ángeles a vivir’, me dijo ‘¿Estás loco?’ Porque efectivamente, tenía Sabadazo, nos estaban pagando muy bien, había cosas que no me gustaban del programa pero me pagaban muy bien, me la pasaba bien, aunque a veces no me la pasaba tan bien”, comentó.

Omar continuó contando que estuvo dispuesto a renunciar a todo para redirigir su carrera y aunque en un inicio lo vio fácil, con el tiempo se dio cuenta que no lo era, “Evidentemente cuando dijo ‘estás loco’, yo no le creí, pero cuando me fui a Los Ángeles, dije ‘¿qué ch*ngados hice? Tenía razón mi esposa’. Yo había renunciado a ‘Ya Párate’, a ’Sabadazo’, aparte de la exclusividad y aparte decidí ya no hacer shows de comedia. Yo renuncié al 100% de mis ingresos, ya no quiero ganar nada, me fui a una ciudad 4 veces más cara que México, o sea, que p*ndejo, pero lo vi muy fácil”, expresó.

El actor se dio cuenta que perseguir su sueño, también le cambió la vida a su familia y contó, “evidentemente les cambié la vida a mis 3 hijos y a mi esposa, les cambié su cultura, sus amigos, su seguridad, su escuela, cambiarse de residencia es algo bien complejo, entonces me acuerdo que mi hijo venía llorando y me gritó, ‘¡venimos a cumplir tus sueños, no los nuestros! Tú no sabes lo que es perder a un amigo’, entonces recuerdo que me frené en seco y les dije, ‘¡pues es lo que hay! Ustedes dependen de mí, tienen que apoyarme’ pero sí me dolió y en parte tenía razón”.

Omar aceptó que fueron años complejos para él pues en los castings no le iba bien, mientras que su esposa estaba deprimida por la situación, pero fue Eugenio Derbez quien habló con él y lo hizo darse cuenta de que tenía que perseguir ese sueño, “Eugenio Derbez habló conmigo y me dijo, ‘hay un mundo después de Televisa’, pero eso me lo dijo antes de venirme para Los Ángeles, entonces yo creo que por ese comentario decidí venirme a Los Ángeles, y cuando la estaba pasando mal, dije: ‘p*nche Eugenio’ (risas) pero no se equivocó porque los milagros en tu vida, comienzan donde tu zona de confort termina”.

Finalmente, el actor contó que haberse arriesgado valió la pena, pues ha tenido nuevos proyectos últimamente y hasta cumplió uno de sus sueños al actuar en la película de ‘Pikachu’ junto a Ryan Reynolds, en la que al principio había perdido dinero al hacerla pues no le pagaban lo suficiente y él terminó pagando gastos del viaje entre otras cosas en 2013, sin embargo la película nunca vio la luz hasta años después cuando volvieron a hablarle para filmar en Londres junto a Reynolds y contó que en los estudios de al lado, estaban filmando ‘La Mujer Maravilla’ con Gal Gadot, “la película nunca se estrenó y mi esposa me dijo, ‘¿ya ves? ¿Para qué tanto?’ Y le dije, ‘algo bueno va a salir’. Seis, siete años después me hablan de la oficina y me preguntaron, ‘que si quieres hacer la película de Pikachu con Ryan Reynolds, y yo, ‘¡claro que sí! ¿Dónde hago el casting?’ Me dijeron, ‘no, no hay casting, tú ya estás’… Lo primero que hice fue preguntarle al director, ‘oye, ¿por qué yo’, y curiosamente me dijo, ‘la productora que hiciste hace 7 años, es la misma productora y ella dijo que eras tú, por tu trabajo en esa película que nadie vio’”, concluyó.