Siempre ha estado detrás del dinero: Pablo Montero habla sobre su ex

En tremendo enfrentamiento se encuentran Pablo Montero, de 46 años, y su exesposa Carolina Van Wielink, de 31, ya que el cantante asegura que desde hace dos meses, ella no le deja ver a sus dos hijas. Hablamos en exclusiva con Pablo y esto nos cuenta:

-Pablo, ¿cómo y cuándo empezó el conflicto con Carolina?
“Nos casamos en 2011 por bienes separados, nos divorciarnos en 2015, y luego se vendió una propiedad que yo construí en la CDMX y en ese entonces le di el 50 por ciento de la venta”.

-Después, Carolina se va a vivir a la Riviera Maya con sus hijas...
“Así es, le dije de esta casa en la Riviera Maya, cerca de donde yo vivo, tenía un costo más alto de lo que ella tenía y le di un dinero extra para que pudiera comprar; yo la decoré y se las amueblé”.

“No, ya le había dado de más, le terminé dando casi el 80 por ciento del dinero de la propiedad de la CDMX y le dije: ‘Vas a tener que trabajar para terminar de pagarla’, por eso ella no quiso ponerla a nombre de las niñas, me dijo: ‘Las niñas van a crecer, se van a casar y yo me voy a quedar sin nada’, entonces la puso a su nombre; si la hubiera puesto a nombre de mis hijas, yo la hubiera apoyado, pero así no, y menos si mete a su novio a su recámara, estando dos menores de edad, eso es muy delicado”.

“Efectivamente. En junio del año pasado fui a la casa y le pregunté a mi hija mayor dónde estaba su mamá, y me contestó nerviosa que con su novio Luis Cejudo en su cuarto; entonces me molesté, lo esperé afuera y le dije: ‘En buen plan te lo digo: no vuelvas a hacer esto, este hogar se lo compré a mis hijas, se tiene que respetar; en la sala, el comedor, la cocina, puedes estar con Carolina, pero esto de la recámara no está bien’. Él prometió que no lo iba a hacer, pero después volví y me lo encontré sentado en el comedor en el lugar de mi hija, sin camisa, sin zapatos, en calzoncillo o short”.

-Fue cuando en un video te vimos muy exaltado pidiendo tu comedor...
“Sí; obviamente el comedor no me interesa, quería que no siguiera ocurriendo eso”.

-¿Te da celos que Carolina quiera rehacer su vida?
“Aclaro que no son celos, al contrario, me alegra que pueda rehacer su vida, nada me daría más gusto que sea feliz y tenga a su lado a un hombre que la quiera y respete; sólo pido que ese hombre sea respetuoso con las reglas que debe haber en un hogar con dos menores de edad, que son mis hijas”.

“Para nada. Lo único que estoy pidiendo es que ese hombre no se encierre con Carolina en la recámara mientras mis hijas están escuchando afuera, y que no esté en poca ropa e incomode a mis niñas”.

“No sé nada de él”.

-¿Después qué pasó?
“Hace dos meses, en mayo de este año, le llamé a Caro para decirle que no me parece bien lo que hace este tipo (Luis), pero se molestó, y fue cuando me dijo: ‘Ahora me vas a tener que dar completo el dinero de la manutención’. Le pedí que me esperara a septiembre, pero me dijo que no, que no iba a volver a ver a las niñas; pero mis hijas no son moneda de cambio, lo hace para desquitarse sólo porque le pedí a su novio que respete la casa donde viven mis hijas”.

“Yo le daba 30 mil pesos mensuales para alimentos, independientemente de las colegiaturas, seguros de gastos médicos, clases extracurriculares. En abril del año pasado que cancelaron todos los eventos, le pedí que si sólo podía darle 15 mil porque tengo muchos gastos; además mantengo a mi mamá, a quien Carolina ha humillado, y a mis otros dos hijos, y ella aceptó en ese entonces”.

“Ella no tiene carrera; le he recomendado que trabaje para que le pueda dar algo a las niñas, pero contesta: ‘Yo no nací para trabajar, yo nací para ser mamá’. No piensa trabajar jamás, siempre ha estado detrás del dinero, por eso ahora si no le doy dinero, no me deja ver a las niñas. A lo mejor pensó que su novio la iba a mantener, pero resultó peor, y ahora yo tengo que mantener otra boca”.

“Porque se la vive ahí, ahí come y se la pasa muy a gusto, dónde están los principios del señor, qué poca ma$%$ tiene; se va a ganar que un día le dé un ma$%&#$, y lo peor es que Carolina no le dice nada al respecto, entonces también no tiene ma$%&, ella permite que no le tenga respeto a mis hijas. Además se ha ido de viaje y deja a las niñas en casa de una amiga con su esposo, eso es peligroso, no puedes hacer eso de dejarlas con un señor ahí; me las podría dejar a mí, pero lo hace para joder”.

“Sí están bien cuidadas, yo me he encargado de proveerles todo. Yo no le exijo que trabaje, sólo se lo aconsejo, porque le falta pagar una parte de esa casa; me importa porque ahí viven mis hijas y quiero que estén bien”.

“Desde el pasado 24 de mayo no puedo convivir con mis hijas. Un juez dictó una sentencia de que yo las puedo ver el primer y tercer fin del mes, dos días a la semana, 15 días de vacaciones al año y Navidades compartidas, pero de esto, ella no ha cumplido nada, ha violado la ley”.

-Los intentos que has hecho por verlas, son los videos que han salido a la luz...
“Sí. El Día del Padre tocaba que estuvieran conmigo, pero Caro se desapareció con ellas y ni siquiera me las puso al teléfono; y les dijo que yo les robé sus computadoras”.

“Estoy dispuesto a cumplir con la manutención completa, sólo le pedí que me dé tiempo hasta septiembre que pueda hacer conciertos. Desde el mes pasado deposité lo de la manutención en los juzgados, porque ella está cerrada en todos los aspectos, ha mentido sobre que tengo una orden de restricción”.

-De esa situación, vimos la discusión en un video...
“Sí, el domingo 11 de julio, Carolina jaloneó y forcejeó con mi hija mayor; le dijo que no podía hablar conmigo, le gritó y la amenazó con llamar a la policía. Grabé todo sin que ella se diera cuenta, nada más para que vieran cómo se porta. A mis hijas como que las tiene amenazadas... no sé, es muy feo”.

-Por teléfono, ¿has podido platicar con ellas?
“Las computadoras siguen desaparecidas y no me deja hablar con ellas. Además tengo pruebas de textos donde ella le miente a las niñas, las hace sentir mal, las hace llorar... les inventa que yo las iba a correr de la casa y que a ella la voy a meter a la cárcel, imagínate, eso es violencia infantil y alineación parental”.

-¿Demandarás por violencia infantil?
“Todo lo tienen en juzgados, y cuando regresen las labores, la juez va a tomar cartas en el asunto de todas las irregularidades”.

“Totalmente, los dos tenemos que buscar a un profesional que pueda ayudarles a olvidar cualquier tipo de situaciones que hayan pasado”.

“Te voy a contar algo que no he dicho: hace unos días le mandé un mensaje de la Biblia en el que yo le pido disculpas de cualquier cosa que haya cometido en el pasado y que tenemos que perdonarnos por las niñas; sin embargo, no contestó mi mensaje, ella no cree en Dios. Yo he llorado por esta situación”.

-¿No tienes nada contra Carolina?
“No; no te voy a decir que fui una blanca palomita, cuando me casé tuve mis tropiezos y ella también, los dos hemos tenido errores y por eso nos divorciamos, pero debemos estar bien por nuestras hijas”.

“No, ellas tienen que estar con su mamá, pero voy a pelear por los derechos de mis hijas; no me pienso quedar con los brazos cruzados, lo primordial es el bienestar de mis princesas”.

“Estoy dispuesto a ceder a que tengamos una buena comunicación por las decisiones de mis hijas, y que haya armonía y paz, ya no quiero que nuestras hijas nos vean peleando”, concluyó.