El elefante Big Boy llega a su nuevo hogar

Esta mañana Big Boy, el elefante rescatado por Arturo Islas por fin llegó a lo que será su hogar fijo en la comunidad de La Campana en Culiacán, en el Santuario Ostok, donde recibirá la atención necesaria para vivir dignamente. El animal fue trasladado en un camión, y antes de bajar fue relajado por don Chuy, su entrenador de toda la vida.

Minutos más tarde, Román, nombre original del animal, camino hacia lo que será su nuevo hogar, donde estará cuidado y consentido, pues le será construida una alberca en donde pueda nadar.

El equipo estará liderado por el activista Arturo Islas, el empresario Mr. Tempo, y estará bajo los cuidados de don Chuy. Platicamos con Arturo Islas, quien nos compartió su sentir al ver a Big Boy ya instalado y contento en su nuevo hogar.

“Me siento satisfecho, me siento feliz, agradecido con las personas que pusieron de su parte en esto, que metieron las manos, que metieron su lana, que confiaron, que creyeron, sobre todo que nos dieron algo muy valioso y que es necesario, la esperanza, que nos mostraron que si se puede, creo que hay mucho mas cosas reales que las que yo les pueda compartir”, comentó Islas.

Además, el también conductor nos compartió que este solo es el principio del proyecto, cuyo único fin es ayudar a los animales que lo necesiten para vivir mejor.

Lo que llamó la atención de los invitados fue el buen ánimo con el que el animal pisó su nuevo hogar. “Lo más padre y lo pudimos notar es que su estado de ánimo está excelente, ustedes lo vieron caminar, hoy Big Boy entró como Pedro por su casa, partiendo plaza, eso nos da muchísima tranquilidad”.

Para dar continuidad a este proyecto, nos compartió Arturo Islas que Big Boy será embajador para sensibilizar a la gente y así lograr ayudar a otras especies a que tengan una mejor calidad de vida.

Don Chuy, entrenador de Big Boy de toda su vida asegura ver a su amigo feliz y dijo que lo quiere como un hijo, ya que sabe que es lo que hará, y cómo reaccionará ante diversas situaciones.

“Yo tengo a mis hijos y nos los comparo, pero siento el mismo cariño, el mismo apego, cuando lo fuimos a sacar del rancho en Guadalajara, me abrazo, me empezó a barritar, que es su manera de expresar y todos se quedaron sorprendidos por el cariño que nos tenemos, y es a tal grado, que a 25 años ya se lo que quiere, ya sé lo que va a hacer, ya sé cómo se va a comportar, y ahí va, muy bien y estará mejor, de eso nos les quede la menor duda”, comentó el entrenador Don Chuy.