Bebé de Wendolee luce llena de vida tras complicado momento en el hospital

El pasado 7 de febrero, la pequeña Hannah Hill Ayala llegó a su primer mes de vida y, aunque fue un proceso complicado, se aferró para estar en casa y ver felices a sus padres, la exacadémica Wendolee Ayala, de 38 años, y su esposo, el químico Todd Hill, de 49. La cantante nos contó:

“Gracias a Dios, Hannitah es un milagro de vida, ha sido todo un proceso complicado, pero ahí la lleva. Diario estuve en el hospital con ella, me quedaba en el día y mi esposo por las noches, nos turnamos para también cuidar a mi otro hijo. El 7 de febrero que cumplió su primer mes, lo festejé aquí con ella, le traje unos moñitos, se los puse y le tomé muchas fotos”.

-Tu nena es un verdadero milagro de vida...
“Totalmente. El que esté viva es un milagro de Dios, y aunado a la oración que todos hemos elevado, considero que también el hecho de haberla bautizado y presentado a la Iglesia católica contó mucho; Dios ya la vio como parte de su familia y la ayudó. No tengo con qué agradecer todo lo que hizo por nosotros. Al final, lo único que nos mantenía en el hospital era que Hannah no podía comer por sí sola, pues se cansa”.

“Luego de haber estado tantos días con un respirador, ahora está respirando por sí sola, entonces no puede comer bien porque siente que aún le falta el aire. Pero ahí vamos, paso a pasito, lo importante ahora es que ya no está conectada a máquinas como lo estuvo por mucho tiempo y eso es un milagro. A lo largo de este mes le quitaron el respirador, la sonda para alimentarla, los medicamentos y el oxígeno; es una guerrera que ha luchado por sobrevivir”.

-Vemos las fotos de ahora de tu nena y es otra completamente...
“Totalmente. Yo también las veo de cuando llegamos al hospital y es otra bebé, y te digo que es un milagro. Nos habían dicho que la nena tenía muy pocas esperanzas de vida, pero decidimos tomar el riesgo y gracias a Dios aquí estamos”.

“Ya comenzamos con una terapeuta para ayudarla a comer, pero aún se cansa con su respiración al succionar. Aparte, le hicieron una resonancia magnética para descartar cualquier daño cerebral por todo a lo que se sometió y no hay ninguna sola secuela”.

“Cuando nació pesaba 3.5 kilos y ya pesa 4.06, subió 500 gramos y eso es bastante para ella”.

-La leche con la que la alimentan, ¿es tuya?
“Sí, desde el día uno comencé a sacarme mi leche porque la nena no podía succionar, yo la sacaba y de inmediato la guardaban. Aún tiene un problema en su respiración, se llama ‘laringomalacia’, que es un pedacito de membrana extra en la tráquea, pero al ir creciendo va a desaparecer”.

“Tenemos un seguro de gastos médicos aquí en Los Ángeles y sólo tenemos que pagar los deducibles, pero nada que ver con pagar todo completo, los 20 millones de pesos a los que casi llegamos (millón de dólares), y para liquidar el deducible te dan opciones de pago. Por fortuna, tanto mi esposo como yo trabajamos y sacaremos esta deuda”.

“Muchas gracias por sus oraciones. Ya estoy mucho más tranquila, no he parado de llorar por mi nena, creo que es lo que más he llorado en mi vida, pero gracias a Dios, ya vamos de salida, aunque también he tenido que tomar terapias para superar esto”, concluyó.