Abuelita se negó a cuidar a sus nietos y vendió su casa para viajar por el mundo
Muy feliz viajó a Francia y a otros lugares de Asia y África
/IG: @joviajando
En la sociedad en la que vivimos muchas veces los padres creen que cuando no pueden cuidar a sus hijos, los abuelos tienen que estar ahí, pero recientemente una abuelita en Brasil demostró que ella no compartía esa mentalidad.
Esta es la historia de Josefa Feitosa y llamó la atención del mundo luego de no querer quedarse a cuidar a sus nietos y hacer todo lo posible para evitarlo, como el conseguir dinero para boletos de avión y viajar por el mundo, vendió su casa, sus muebles y sumó sus ganancias de su pensión para viajar por el mundo y evitar cuidar a sus nietos.
Esto ocurrió hace algunos años, antes de la pandemia, cuando Josefa cumplió su gran sueño de viajar y recorrer casi como mochilera varios países del mundo. Durante buena parte de su vida se dedicó al sistema penitenciario de su país hasta antes de ponerle fin a sus días de trabajo.
La señora Josefa tenía poco tiempo de haberse jubilado y sus hijos creyeron que debido a esto ella tendría más tiempo para cuidar de sus nietos, pero ella se negó a esto, puso en marcha su plan y se dispuso a visitar todos los lugares que no pudo cuando era más joven.
“La abuela no debe criar a sus nietos”, fueron las palabras de la mujer al emprender su viaje. Feitosa comenzó viajando por su país para conocer las maravillas del caribe brasileño, para después visitar países de Asia, Europa y África.
Lillith, una de sus hijas, en un inicio no estuvo de acuerdo con su decisión, pero después de un tiempo aceptó su deseo y llegó a ver las fotografías y videos que compartió en su cuenta de Instagram ‘@joviajando’, en la que se ve que se ha convertido en una verdadera influencer.
Ante esta postura, a muchos usuarios de las redes les pareció positivo que Josefa hiciera realidad su sueño, pero otros internautas expresaron su rechazo a la decisión que tomó, porque consideran que lo más valioso para una abuela deberían ser sus nietos. Tras las críticas, la brasileña dijo que los abuelos también tienen derecho a una vida privada.
