Joanna Vega-Biestro presenta a su bebé y revela cómo es ser mamá primeriza

La conductora Joanna Vega-Biestro presentó a su recién nacida Antonella ante las cámaras y reveló cómo fue el momento en que dio a luz a su bebé, al igual que los problemas por los que pasó para poder alimentar a su bebé.

Pues recordemos que la pequeña Antonella llegó al mundo por cesárea el 29 de enero; pesó 2 kilos 800 gramos y midió 47.5 cm. Y pese a algunas complicaciones la bebé nació saludable.

“El día de parto, la verdad estuvo un poquito complicado porque su cabeza estaba muy incrustada en la parte de arriba, ella venía de pompas, entonces tuvieron que sacar las pompitas, luego las piernas y les costó mucho trabajo sacar la cabeza”, relató en entrevista para Sale el Sol.

La presentadora también comentó que se puso muy nerviosa en el quirófano, pues no escuchó a sus bebé llorar inmediatamente después de haber nacido, y el que nunca hubiera sido intervenida quirúrgicamente no le ayudó para los nervios. Sin embargo, cuando escuché lo que su hija respiró, se tranquilizó mucho.

“Es mi primer bebé, entonces yo no la escuche llorar rápido, yo no sé si los bebés lloran rápido, dicen que no, pero me angustiaba mucho no escucharla llorar. Pero cuando escuché ese primer pulmonazo, porqué trae buen pulmón eso si, me regresó el alma al cuerpo… Yo estoy muy nerviosa nunca en mi vida había estado en un hospital, nunca me habían operado de nada entonces si estaba muy nerviosa”, confesó la famosa.

Seguido de ello, Joanna dijo que su primer contacto con su nena fue mágico, aunque fugaz, pues cómo pasó mucho tiempo en la bolsa amniótica tenían que revisarla lo más pronto posible para evitar que hubiera respirado meconio (desechos del feto).

“En mi caso tuvo que ser un poquito después (el primer contacto con su hija), a mí me la acercan, pero tenían que revisarla muy rápido, justo porque como tuvo que salir poco a poco, la cabecita estuvo mucho tiempo adentro. El pediatra me explicaba que es como si estuviera en un río y primero le sacan la piernas y luego la cabeza, entonces tenían que revisarla rápido para ver que respirara bien. Ya después la tuve y fue mágico, de verdad decía: ‘no podía creer que esto salió de mí, algo tan perfecto’", declaró.

Además, la conductora contó que Antonella es muy tranquila y que la primera noche estuvieron en su casa, parecía que no había un bebé, pues casi no lloraba. También comentó que está muy feliz de tener a su hija en sus brazos, aunque todos los que la conocen aseguran que no se parece mucho a ella y que es idéntica a su padre.

Cabe destacar que la madre primeriza reveló que le costó trabajo alimentar a su niña, pues en un principio no le salía la leche, lo que le causó cierta desesperación y frustración, pero se mostró agradecida con las enfermeras que la ayudaban y tranquilizaban.

“Al principio fue complicado, porque no bajaba y te empiezas a desesperar, pero la verdad es que las enfermeras, les agradezco, porqué me decían: ‘tranquila, no pasa nada’. Me ayudaban, me explicaban que cuando es natural y cesárea es diferente. Cuando es un parto natural baja rapidísimo y cuando es cesárea se tarda un poco más. Sí se tardó un poco, pero ahorita ya estamos pegadas mi chamaca y yo”, expresó.

Joanna Vega-Biestro también aseguró que si ha sentido los efectos del postparto y los entuertos, pero que todos los dolores valen la pena y con tal de tener a su primogénita con ella, los volvería a pasar.

“Yo feliz de la vida, ya me habían platicado del postparto, si da, no voy a decir mentiras. De repente lloro de la nada y por nada, pero cuando la ves dices: ‘todo valió la pena’. Las mujeres me van a entender, he sufrido con los entuertos, mucho, duelen mucho, pero vuelves a lo mismo. Vale la pena. Volvería a sufrir todo el dolor con tal de tener a esta hermosa aquí en mis brazos”, afirmó.

Además, recordó a su madre, quien le decía: “Son dolores que no dejan rencores”.

Para finalizar, reveló que su esposo no se pone celoso por Antonella, quien recibe toda la atención de la conductora.

“No la verdad es que no, la ve, me ayuda a bañarla.. no ha habido día que no la bañamos juntos, siempre está preocupado (por ella), de repente le digo, y es literal ‘te la encargo, me voy a bañar’. Ya tiene que estar como muy pendiente de cada movimiento que hace”, dijo.