Leonardo Daniel defiende su experiencia en las narcoseries
Leonardo Daniel recueerda cómo fue su primer trabajo en la tele
/Cortesía del Actor
Hace muchos años el narcotráfico era un tema que se representaba exclusivamente en el videohome, un tipo de cine de bajos recursos que ganó popularidad en México en los años 80. Sin embargo, desde hace dos décadas en la televisión se rompieron tabúes y series como ‘Sin tetas no hay paraíso’ y ‘La reina del sur’ tuvieron un éxito inaudito que hizo que las televisoras abordaron esta temática con la intención de igualar el éxito de su competencia.
Aunque hay algunos actores que públicamente han dicho que no participarían en producciones que glorifiquen al narcotráfico, otros defienden estos proyectos. Éste es el caso de Leonardo Daniel, de 67 años, quien participó en El Señor de los cielos, y haciendo un repaso de su trayectoria, nos dijo por qué es importante la existencia de estos proyectos en la televisión; además, en exclusiva nos relató una experiencia que vivió a raíz de su actuación en esa serie, la cual se le quedó grabada en la memoria:
-Leonardo, platícanos, ¿cómo fue tu infancia?
“Fui hijo único, mis papás (el actor Lorenzo de Rodas y la periodista y actriz María Idalia) hicieron de todo para que yo tuviera una infancia muy feliz. De muy pequeño nos fuimos a vivir al Desierto de los Leones (CDMX), así que crecí con mucho contacto con la naturaleza y con amigos muy sanos”.
“Fui hijo único, mis papás (el actor Lorenzo de Rodas y la periodista y actriz María Idalia) hicieron de todo para que yo tuviera una infancia muy feliz. De muy pequeño nos fuimos a vivir al Desierto de los Leones (CDMX), así que crecí con mucho contacto con la naturaleza y con amigos muy sanos”.
-¿Esas amistades las mantienes?
“Claro, hasta la fecha frecuento a José Elías Moreno y los hijos de don Joaquín Cordero (q. e. p. d.): Melo, Toño y David, y a Gonzalo Rojo de la Vega, todos seguimos en contacto, yo sobre todo con Pepe Elías”.
“Claro, hasta la fecha frecuento a José Elías Moreno y los hijos de don Joaquín Cordero (q. e. p. d.): Melo, Toño y David, y a Gonzalo Rojo de la Vega, todos seguimos en contacto, yo sobre todo con Pepe Elías”.
-¿Cómo fuiste de estudiante?
“La verdad es que no aprendía tanto, pero me divertía mucho (ríe). Por fortuna, siempre he tenido una excelente memoria, así que las materias que me aburrían, las estudiaba una noche antes y me iba bien en los exámenes”.
“La verdad es que no aprendía tanto, pero me divertía mucho (ríe). Por fortuna, siempre he tenido una excelente memoria, así que las materias que me aburrían, las estudiaba una noche antes y me iba bien en los exámenes”.
-¿En qué momento decidiste estudiar actuación?
“Que yo sea actor fue una coincidencia”.
“Que yo sea actor fue una coincidencia”.
-¿Cómo se dio esa coincidencia?
“Estaba a punto de terminar la prepa y tenía la idea de meterme a estudiar una carrera que en aquel entonces se llamaba CTI o Ciencias Técnicas de la Información, ahí se lleva un poco de periodismo. Pero un día me dieron a leer el guión de una obra de teatro sobre el movimiento del 68 y me encantó, pregunté quién la producía y me dijeron que iban a hacer audiciones en el Teatro Popular”.
“Estaba a punto de terminar la prepa y tenía la idea de meterme a estudiar una carrera que en aquel entonces se llamaba CTI o Ciencias Técnicas de la Información, ahí se lleva un poco de periodismo. Pero un día me dieron a leer el guión de una obra de teatro sobre el movimiento del 68 y me encantó, pregunté quién la producía y me dijeron que iban a hacer audiciones en el Teatro Popular”.
-¿Y audicionaste?
“¡Por supuesto!, y me quedé en la obra. Cuando terminó la temporada, dije: ‘Yo lo que quiero es actuar’ y me metí a estudiar actuación”.
“¡Por supuesto!, y me quedé en la obra. Cuando terminó la temporada, dije: ‘Yo lo que quiero es actuar’ y me metí a estudiar actuación”.
-Entonces decidiste cambiar de carrera…
“Cambié de rumbo y me metí a una escuela que dirigía el querido Luis Gimeno (q. e. p. d.). Desde el principio me fue bien porque ya traía algunas tablas en teatro, pues ya había debutado, e incluso me habían dado un premio como Actor Revelación, entonces, me comenzaron a ofrecer más proyectos”.
“Cambié de rumbo y me metí a una escuela que dirigía el querido Luis Gimeno (q. e. p. d.). Desde el principio me fue bien porque ya traía algunas tablas en teatro, pues ya había debutado, e incluso me habían dado un premio como Actor Revelación, entonces, me comenzaron a ofrecer más proyectos”.
-¿Te viste tentado en no terminar la escuela de actuación?
“Sí, pero el maestro Gimeno me decía que tenía que terminar la carrera, por lo cual iba a escondidas a las clases. Luego, me cayó una telenovela y después me fui a estudiar con el mejor maestro de actuación que tuve, mi padre, Lorenzo de Rodas (q. e. p. d.). Sin dejar el teatro, empecé a hacer televisión, cine, ¡y ya no me sacaron nunca! (ríe)”.
“Sí, pero el maestro Gimeno me decía que tenía que terminar la carrera, por lo cual iba a escondidas a las clases. Luego, me cayó una telenovela y después me fui a estudiar con el mejor maestro de actuación que tuve, mi padre, Lorenzo de Rodas (q. e. p. d.). Sin dejar el teatro, empecé a hacer televisión, cine, ¡y ya no me sacaron nunca! (ríe)”.
-¿Cuál fue tu primer trabajo en televisión?
“Fíjense que muchas personas se van con la idea de que lo primero que hice en televisión fue Mundo de juguete, pero no... debuté en Pobre Clara, con Julio Alemán y Chela Castro (ambos q. e. p. d.), en 1975. Yo estaba haciendo teatro y traía una greña larga preciosa, estaban buscando a una pareja de jóvenes para que fueran los malos, unos rebeldes sin causa; entonces, me dijeron que buscara a Valentín Pimstein (q. e. p. d.), llegué y me encontré a una gran amiga, Alma Muriel (q. e. p. d.); de repente nos ve Valentín y comienza a decir: ‘Ustedes, ustedes son’, y se suponía que íbamos a hacer tres o cuatro capítulos, pero entramos y nos aventamos 50”.
“Fíjense que muchas personas se van con la idea de que lo primero que hice en televisión fue Mundo de juguete, pero no... debuté en Pobre Clara, con Julio Alemán y Chela Castro (ambos q. e. p. d.), en 1975. Yo estaba haciendo teatro y traía una greña larga preciosa, estaban buscando a una pareja de jóvenes para que fueran los malos, unos rebeldes sin causa; entonces, me dijeron que buscara a Valentín Pimstein (q. e. p. d.), llegué y me encontré a una gran amiga, Alma Muriel (q. e. p. d.); de repente nos ve Valentín y comienza a decir: ‘Ustedes, ustedes son’, y se suponía que íbamos a hacer tres o cuatro capítulos, pero entramos y nos aventamos 50”.
-De ahí vinieron muchas más novelas…
“Sí, ya después hice Mundo de juguete y otras más. Luego vino una película con Mario Moreno ‘Cantinflas’ (q. e. p. d.): Patrullero 777; después, Supervivientes de los Andes con René Cardona (q. e. p. d.), y de ahí he sido bendecido, pues afortunadamente siempre he tenido trabajo”.
“Sí, ya después hice Mundo de juguete y otras más. Luego vino una película con Mario Moreno ‘Cantinflas’ (q. e. p. d.): Patrullero 777; después, Supervivientes de los Andes con René Cardona (q. e. p. d.), y de ahí he sido bendecido, pues afortunadamente siempre he tenido trabajo”.
-¿Cómo manejaste los vicios del alcohol y las drogas?
“Mi padre me repetía: ‘Todas las mañanas cuando despiertes, tómate dos pastillitas de ‘ubicatex’ y pon los pies en la tierra’. Sobre las drogas y el alcohol, la verdad me quiero mucho y cualquier cosa que me nuble la mente, no me gusta”.
“Mi padre me repetía: ‘Todas las mañanas cuando despiertes, tómate dos pastillitas de ‘ubicatex’ y pon los pies en la tierra’. Sobre las drogas y el alcohol, la verdad me quiero mucho y cualquier cosa que me nuble la mente, no me gusta”.
-¿Sí te las llegaron a ofrecer?
“Por supuesto, y más cuando trabajas en series como El señor de los cielos, pero es tan fácil decir: ‘No, gracias’”.
“Por supuesto, y más cuando trabajas en series como El señor de los cielos, pero es tan fácil decir: ‘No, gracias’”.
-¿Alguna anécdota sobre tu personaje que nos puedas compartir?
“Hace años, cuando estábamos en el cambio de una temporada a otra (de El señor de los cielos), me invitaron a hacer una película al norte del país y me fui a hacerla. Empezamos la filmación y de repente me dice el director que los productores, es decir, los que ponen el dinero, nos quieren invitar a una borregada (una comida), y yo dije: ‘Claro que voy’”.
“Hace años, cuando estábamos en el cambio de una temporada a otra (de El señor de los cielos), me invitaron a hacer una película al norte del país y me fui a hacerla. Empezamos la filmación y de repente me dice el director que los productores, es decir, los que ponen el dinero, nos quieren invitar a una borregada (una comida), y yo dije: ‘Claro que voy’”.
-¿Luego qué pasó?
“Al otro día, pasaron por mí a las 6 de la mañana y fuimos a una pista donde había varias avionetas”.
“Al otro día, pasaron por mí a las 6 de la mañana y fuimos a una pista donde había varias avionetas”.
-¿Y luego?
“Llegué a una hacienda que estaba más protegida que en la serie El señor de los cielos. Recuerdo que me dije: ‘¿Dónde estoy metido?’, pero se portaron increíble, fueron encantadores, nos reímos mucho y me habían dicho que si me iba a quedar a dormir, pero les dije que no porque íbamos a filmar al otro día muy temprano y quería descansar”.
“Llegué a una hacienda que estaba más protegida que en la serie El señor de los cielos. Recuerdo que me dije: ‘¿Dónde estoy metido?’, pero se portaron increíble, fueron encantadores, nos reímos mucho y me habían dicho que si me iba a quedar a dormir, pero les dije que no porque íbamos a filmar al otro día muy temprano y quería descansar”.
-¿Te fuiste así como si nada?
“Me mandaron de regreso y todo muy bien, tranquilo, pero la experiencia de llegar y ver en el techo a escoltas armados, carros blindados... y claro, te ofrecen cantidad de cosas, pero les dices: ‘No, gracias’. Estaba asustado, pero son cosas que pasan cuando andas filmando series o películas de ese tipo”.
“Me mandaron de regreso y todo muy bien, tranquilo, pero la experiencia de llegar y ver en el techo a escoltas armados, carros blindados... y claro, te ofrecen cantidad de cosas, pero les dices: ‘No, gracias’. Estaba asustado, pero son cosas que pasan cuando andas filmando series o películas de ese tipo”.
-A raíz de esas situaciones, ¿ya no quisiste hacer ese tipo de personajes?
“Yo no soy de los actores que opinan que no hay que enseñarle eso al público, con que prendan la televisión y vean el noticiario es una realidad que ahí está; México vive con ese monstruo y lo único que hacemos nosotros es entretener. El señor de los cielos es muy divertida y si la comparas con cualquier serie americana, esas tienen más violencia. Me gusta hacer otro tipo de proyectos, pero no estoy en contra de las series sobre el narco, así que si me hablan de que se va a hacer una temporada más, claro que la haré... me divertí mucho haciendo a ‘Feyo Aguilera’”.
“Yo no soy de los actores que opinan que no hay que enseñarle eso al público, con que prendan la televisión y vean el noticiario es una realidad que ahí está; México vive con ese monstruo y lo único que hacemos nosotros es entretener. El señor de los cielos es muy divertida y si la comparas con cualquier serie americana, esas tienen más violencia. Me gusta hacer otro tipo de proyectos, pero no estoy en contra de las series sobre el narco, así que si me hablan de que se va a hacer una temporada más, claro que la haré... me divertí mucho haciendo a ‘Feyo Aguilera’”.
-Cambiando de tema, ¿cómo te sientes con tantos años de trayectoria?
“Así es, ya casi llego a los 50 y no quiero hacer cuentas (ríe); mi trayectoria ha sido enriquecedora y me siento orgulloso de ella, he aprendido muchas cosas, tanto de los errores, como de los aciertos”.
“Así es, ya casi llego a los 50 y no quiero hacer cuentas (ríe); mi trayectoria ha sido enriquecedora y me siento orgulloso de ella, he aprendido muchas cosas, tanto de los errores, como de los aciertos”.
-Tu familia ha sido un pilar muy importante y tu esposa te ha acompañado en este camino...
“Así es, Lilián ha estado en las buenas y en las malas conmigo. Nos conocimos porque la invité a hacer un musical, pues ella es una gran bailarina, y desde entonces no nos hemos soltado; ya llevamos 31 años casados”.
“Así es, Lilián ha estado en las buenas y en las malas conmigo. Nos conocimos porque la invité a hacer un musical, pues ella es una gran bailarina, y desde entonces no nos hemos soltado; ya llevamos 31 años casados”.
-¿Y cómo se llaman tus hijos?
“Del primer matrimonio son Jimena, de 36, y Leonardo, de 33; del segundo, Florencia, de 25; Patricio, de 22, y Lían, de 18”.
“Del primer matrimonio son Jimena, de 36, y Leonardo, de 33; del segundo, Florencia, de 25; Patricio, de 22, y Lían, de 18”.
-¿Cómo te ves dentro de 5 o 10 años?
“Trabajando en lo que me gusta. Tengo un ejemplo maravilloso de mi padre, quien prácticamente se murió trabajando, pero para llegar a eso tienes que llevar una vida sana y tranquila. A pesar de que no me llegó un COVID agresivo, es por ello que estoy trabajando para llegar a los 90 o más”, finalizó.
“Trabajando en lo que me gusta. Tengo un ejemplo maravilloso de mi padre, quien prácticamente se murió trabajando, pero para llegar a eso tienes que llevar una vida sana y tranquila. A pesar de que no me llegó un COVID agresivo, es por ello que estoy trabajando para llegar a los 90 o más”, finalizó.
